Aferrémonos a la esperanza
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¿Alguna vez nos hemos sentidos
fracasados? Hay personas que consideran que la vida de Jesús fue un fracaso.
Jesús nació en un lugar humilde, fue un carpintero solitario la mayor parte
de su vida, viajó como predicador itinerante durante tres años. Durante esos
años de esfuerzo pocos fueron sus discípulos, y no tuvo un número
considerable de seguidores. Murió en el oprobio, crucificado junto a dos
presos comunes. Si este fuera el final de la historia, todos consideraríamos
que su vida fue un fracaso.
¡Pero la historia no concluye
aquí, porque al tercer día Jesús resucitó de los muertos, ascendió al cielo y
ahora está sentado a la diestra del Padre!
Si nos sentimos fracasados,
estamos en buena compañía. Abraham Lincoln tuvo más fracasos que victorias.
Detengámonos por un instante y leamos algunos aspectos de su vida:
¿Consideramos que la vida de
Lincoln fue un fracaso? ¡En absoluto!
Fue uno de los presidentes más
importantes en la historia de los Estados Unidos.
Cuando pensemos en la palabra
fracaso, no se puede evitar asociarla con perseverancia. ¡Perseverar
significa aferrarse a, permanecer, arremeter, esforzarse por seguir adelante!
Todos debemos mantener los ojos puestos en Jesús y caminar con Él. Podemos
mantener la seguridad. Sigamos adelante; al final del túnel encontraremos la
luz, la luz del amor de Dios.
Estoy
convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá
perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.
Filipenses
1:6
Versión
N.V.I.
Tomado
del libro Conectado con Dios.
Autor:
Jim Burns
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Lo invitamos a nutrir su corazón con las perlas de agua viva que Dios pone a su disposición, aquí encontrara palabras que animaran su espíritu y le invitaran a reflexionar sobre el diario vivir, esperamos que sea alimento para Usted y un manantial que calme su sed al ver las cosas que Dios tiene para Usted.