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lunes, 30 de agosto de 2010

La belleza de la disciplina

La belleza de la disciplina
El antiguo arte chino llamado bonsái ha existido como una forma de arte hortícola por casi dos mil años. El significado literal de la palabra bonsái es, tanto en chino como en japonés, “árbol en una maceta”. Practicado en todo el mundo, el bonsái es un arte sublime en el que la forma, la armonía, la proporción y la escala se equilibran con sumo cuidado y la mano humana trabaja en una causa común con la naturaleza.

Un árbol plantado en una maceta no es un bonsái hasta que se poda, da forma y prepara para que tenga la forma deseada. Los bonsái se quedan pequeños debido al cuidado control de las condiciones de crecimiento de la planta. Solo se permiten que queden las ramas que son importantes para el diseño general del bonsái, mientras que se podan las que producen un crecimiento indeseado. Las raíces del bonsái se confinan a una maceta y se cortan cada cierto tiempo.

La forma de estos árboles es como la encontramos siempre en la naturaleza. Se sabe que algunos bonsáis han vivido por cientos de años y se valora mucho la apariencia de vejez. El bonsái vivo cambiará a través de las estaciones y los años, requiriendo la poda y preparación durante toda su vida. Y a medida que pasa el tiempo, será cada vez más bello.

En realidad el bonsái no será más un árbol común, si no fuera por la disciplina del artista. Al darle constante atención a la dirección del crecimiento, podando todo lo que es feo o innecesario, y fortaleciendo las ramas más vitales se logra una obra de arte que ofrece belleza a lo que rodea por muchos años.

En nuestra vida, es esa misma disciplina la que hace que todo sea diferente entre una vida común y otra que aporta gozo y belleza a todo lo que la rodea. Con la Palabra de Dios como nuestra disciplina, nosotros también llegaremos a ser obras de arte. Tenemos que ser constantes, y saber que nuestro crecimiento es un proceso, no desmayemos, cada día tomemos nuevas fuerzas y seamos disciplinados. Dios no se ha detenido, al contrario, cada día nos lleva en su proceso para que lleguemos a cumplir su propósito en esta vida.

Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Hebreos 12:11

Tomado del libro Momentos De Quietud Con Dios
Traducción: José Luis Martínez

sábado, 28 de agosto de 2010

Dios saca lo mejor de nosotros

Dios saca lo mejor de nosotros
Jesús tenía el poder para sacar lo mejor de cada persona. Cuando se encontró con Simón, un torpe pescador bastante charlatán, pudo descubrir su potencial aún más allá de sus escasas habilidades. Lo miró a los ojos y le dijo: - ¿Así que tú eres Simón, el hijo de Jonás? Simón asintió con la cabeza. – Desde ahora te llamarás Pedro – declaro Jesús (Juan 1:42).

Pedro significa roca, y Jesús decidió que de ahora en adelante Simón se llamaría Pedro (La roca), aunque en ese momento Pedro distaba mucho de ser una persona de carácter fuerte. Sin embargo, Jesús vio su potencial, y este pescador se transformó en una roca sólida que llegó a ser líder de la Iglesia de Jerusalén.

A través de las páginas de la Biblia encontramos personas que luego de haber experimentado un encuentro con Dios, cambiaron radicalmente sus vidas. Abram se convirtió en Abraham, “padre de multitudes”. Jacob, luego de un encuentro con Dios se llamó Israel, que significa “el que lucha con Dios”.

Es importante que comprendamos que Dios nos fortalece de la misma manera que lo hizo con los personajes de la Biblia. Él nos ama y sacará lo mejor de nosotros. Él solo no solo ve lo que somos, sino también lo que podemos llegar a ser.

A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Juan 1:11

Tomado del libro Conectado con Dios.
Autor: Jim Burns

jueves, 26 de agosto de 2010

¿En qué forma estamos?

¿En qué forma estamos?
Las vasijas de barro de todas formas y tamaños eran utensilios valiosos en los hogares de la antigüedad. Nuestros antepasados usaban grandes tinajas para almacenar agua y aceite; empleaban cántaros para acarrear agua y frascos de terracota para guardar perfumes. Las vasijas de barro para almacenamiento se llenaban de granos y otros alimentos. Las amas de casa usaban cazuelas de barro para cocinar. En las comidas, usaban utensilios de barro como platos y tazones. En la noche iluminaban las casas con lámparas de barro.

Los alfareros que fabricaban estos utensilios tan necesarios eran parte muy importante de la economía de los antiguos pueblos y ciudades. Un alfarero moderno describió así su artesanía:

“Mis dos manos dieron forma a esta vasija. Y el lugar en el que se forma en realidad es uno de tensión entre la presión aplicada en el exterior y la presión de la mano en el interior. Así ha sido mi vida. Tristeza, muerte e infortunio y el amor de los amigos y todas las cosas que me han sucedido en la vida que ni siquiera elegí. Todas influyeron en mi vida. Sin embargo, hay cosas que creo tengo dentro de mí: mi fe en Dios y el amor de algunos amigos que actuaron en mí. Mi vida, al igual que esta vasija, es el resultado de lo que ocurrió en el exterior y de lo que sucede en el interior de mi vida. La vida, como esta vasija, se forma en lugares de tensión”.

A lo largo del día quizás nos sintamos regulados por el estrés, abrumados por las responsabilidades y presionados por los retos que nos acosan desde el exterior. Sin fortaleza de espíritu en nuestro interior, esas dificultades nos llevarán al derrumbe bajo la presión externa.

Durante este descanso, alimentemos nuestro espíritu con las Escrituras. Esto nos mantendrá fuertes, renovados y restaurados por dentro. Podemos responder con fortaleza interior y creatividad a lo que de otra manera nos derrotaría.

Recordemos, nuestra vida interior nos da las fuerzas que necesitamos para convertirnos en un vaso útil en la familia de Dios.

Aunque este nuestro hombre exterior se va degastando,
el interior no obstante se renueva de día en día.
2 Corintios 4:16

Tomado del Libro - Devocionario Momentos de quietud con Dios
Por Editorial Unilit

martes, 24 de agosto de 2010

Seamos un buen ejemplo

Seamos un buen ejemplo
Benjamín Franklin quería que Filadelfia se iluminara. Creía que iluminando las calles de la ciudad no solo mejoraría la estética, sino que las haría más seguras. Pero no trató de persuadir a los habitantes de Filadelfia hablando con ellos. En cambio, colgó una hermosa lámpara en el frente de su puerta. Mantuvo la lámpara bien lustrada, y con mucho cuidado y confianza la encendía cada noche justo antes del anochecer. La gente que paseaba por la calle oscura veía la lámpara de Franklin desde lejos.

Encontraban su resplandor bello y agradable además de útil, pues les guiaba en el camino. Muy pronto los vecinos de Franklin comenzaron a colgar lámparas en los frentes de sus casas. Luego de un tiempo la ciudad estaba ya por completo iluminada, y más personas comenzaron a apreciar la belleza y el valor de la brillante idea de Franklin. Iluminar las calles creó una ciudad grande, importante y muy brillante.

Así como Franklin se convirtió en el centro de iluminación de su ciudad, nuestras acciones pueden ser linternas para nuestras familias, vecinos, compañeros de trabajo, amigos, etc. Lo que ellos vean, lo copiarán. Y cuando vean la luz se sentirán inspirados para encender sus propias velas.
  
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho,
vosotros también hagáis.
Juan 13:15

Tomado del Libro -El libro devocionario de Dios para el centro de Trabajo
Por Editorial Unilit

domingo, 22 de agosto de 2010

La fe que vence los instintos

La fe que vence los instintos
Hay un número de espectáculo que nunca falta en un circo. Y es aquel de los leones que saltan por unos aros de fuego. Los leones saltan grandes distancias para pasar por esos aros. Según los veterinarios, uno de los instintos de los animales con pelo es alejarse del fuego, porque saben que pueden quemarse con facilidad, llevándolos a la muerte en cuestión de pocos minutos. Pero entonces, ¿cómo logran que los leones salten entre las llamas de fuego? Siempre hemos pensado que era el resultado de largas horas de entrenamiento. Que por medio de entrenamiento constante, lograban vencer los instintos.

Pero según los entrenadores, no importa cuánto se entrene a un animal, éste nunca podrá correr hacia el fuego. Y entonces, ¿qué es lo que los impulsa a hacerlo? Es la fe que ellos ponen en su entrenador. Antes de dirigirse hacia el fuego, el animal mira los ojos de su entrenador. Y puestas su fe en él, puede correr.

La fe tiene el poder de vencer hasta nuestros propios instintos. Aunque se trate de algo que nuestros instintos rechaza, si tenemos fe, tendremos la fuerza para correr hacia el fuego. Delante de nosotros nos esperan grandes tribulaciones y dificultades. También se levantarán las adversidades para impedir nuestro avance. Pero justamente, la fe tiene el poder que nos permite vencer y superar todas esas dificultades. Por eso debemos creer.

Puesto los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe.
Hebreos 12:2

Tomado del libro Tiempo Con Dios
Autor: Jun Byeong

viernes, 20 de agosto de 2010

Bálsamo

Bálsamo
En siglos pasados, se plantaban en terrazas las arboledas de bálsamo en las colinas al sur de Jerusalén. También se cultivaban en los campos al este del río Jordán, en la región conocida como Galaad. La savia que tenía grandes y valiosas propiedades medicinales para ayudar a sanar las heridas. El bálsamo se usaba en especial para tratar picaduras de escorpiones y mordeduras de serpientes. Debido a que los escorpiones y las serpientes abundaban en las zonas desérticas de Judea y de todo el Oriente Medio, el bálsamo era muy valioso y era importante artículo de exportación a lo largo de las antiguas rutas comerciales.

El “bálsamo de Galaad está identificado con Jesús. Él es el que sana nuestras heridas.

Cada día viene con la posibilidad de que suframos picaduras y mordeduras, tanto en sentido literal como figurado. Aunque no siempre son mortales, estos “golpes” del enemigo son, no obstante, hirientes y perjudiciales. ¿Cómo les aplicamos el bálsamo de Jesucristo?

La mejor manera es mediante la alabanza. En cualquier momento que nos veamos bajo ataque o heridas, podemos dirigir nuestra mente a Cristo con una palabra, pensamiento o cántico de alabanza.

Por ejemplo, si nos sentimos atacados por un enjambre de problemas punzantes, podemos decir: “Te alabo Jesús, tú eres mi salvador, mi libertador y mi ayuda segura”. Si nos sentimos heridos por el fracaso, podemos decir: “Te alabo, Jesús, tú eres mi redentor”.

Si nos sentimos heridos en el corazón por una palabra de crítica o rechazo, podemos decir “Te alabo, Jesús, pues enviaste al Espíritu Santo para que fuera mi consolador”. Si nos sentimos abrumados por las responsabilidades, podemos decir: “Te alabo, Jesús, tú eres mi príncipe de paz”.

A medida que alabamos a Jesús, descubriremos que calma el dolor asociado con un incidente o situación. Él es el Señor de señores, eso incluye cualquier cosa que trate de “señorear” sobre nosotros.

Haz conmigo señal para bien.
Y véanlo los que me aborrecen y sean avergonzados;
Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste.
Salmos 86:17
  
Tomado del libro Momentos De Quietud Con Dios
Traducción: José Luis Martinez

miércoles, 18 de agosto de 2010

Pinta el mundo - Alex Campos

Conozcamos la voluntad de Dios

Conozcamos la voluntad de Dios
A cada persona que cree en Dios le conviene conocer su voluntad, tanto en su conjunto como en los detalles diarios. Todos necesitamos preguntar a menudo ¿Qué quiere Dios que yo haga? ¿Cómo quiere que viva? San Ignacio de Loyola vio el hacer la voluntad de Dios no solo como el mandamiento para nuestras vidas, sino también nuestras recompensas.

“Enséñame, buen Señor, a servirte como mereces: a dar sin contar el costo, a luchar sin contar las heridas, a trabajar y a no buscar descanso, a laborar sin pedir recompensas excepto saber que hacemos tu voluntad”.

El verdadero significado de la vida y el profundo sentido de satisfacción y propósito lo encontramos cuando hagamos la voluntad de Dios.

¿Cómo sabemos que estamos haciendo la voluntad de Dios’ Una de las maneras más sencillas es esta:
1. Consagrarnos al Señor cada día, y a invitarlo durante el día, con solo decir: “Señor, pongo mi vida en tus manos. Haz conmigo lo que tú quieras”.
2. Confiemos en el Señor para que nos provea el trabajo y las relaciones que necesitamos a fin de cumplir su propósito en nuestras vidas.
Como Roberta Hromas, una destacada maestra de Biblia, dijera una vez: “Solo responde a las llamadas en tu puerta, en tu teléfono y contesta tus cartas. El Señor pondrá en tu camino las oportunidades que Él desea que busques”.

La voluntad de Dios no es un misterio que tratamos de descubrir con urgencia. Él no desea que su voluntad sea un secreto porque la Biblia está llena de pasajes sobre el conocimiento de su voluntad, escuchar al Espíritu de Dios y estudiar su Palabra. !Entonces podemos saber lo que Él ha planeado para nosotros!

Si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino.
Éxodo 33:13
  
Tomado del libro Momentos De Quietud Con Dios
Traducción: José Luis Martinez

lunes, 16 de agosto de 2010

Si no hubiese sufrido

Si no hubiese sufrido
La poesía “Si no hubiese sufrido” fue escrita por el famoso poeta Genzo Mizuno, que nació en Japón en 1937. Estando en cuarto grado de primaria, a los 9 años de edad, padeció disentería, que le produjo meningitis, causándole pérdida total de la capacidad de expresión.

Quedó totalmente paralizado e imposibilitado de hablar. Cuando el médico le entregó él terrible diagnóstico de que nunca más podría moverse ni hablar, él solamente cerró sus ojos en silencio. Su madre decidió ayudarle a que, al menos, pudiera comunicarse. Juntos crearon un medio de comunicación usando el parpadeo de los ojos de Genzo, representando cincuenta sonidos del idioma japonés. A los doce años empezó a leer la Biblia, y al año siguiente recibió a Jesús como su Señor. Su madre leía el parpadeo de sus ojos, y escribía sus poemas llenos de humilde gratitud y gozo en medio de sus luchas y victorias en un cuerpo paralizado. En medio del dolor, Mizuno editó poesías como “Mi gracia te es suficiente” y “La gracia de Dios me hace ser yo mismo”. Genzo Mizuno partió a encontrarse con su Señor en 1984, a los 47 años de edad. Las personas suelen pensar que sólo los fuertes y ricos logran hacer cosas grandes.

Pero los protagonistas del reino de Dios son los débiles y los que no tienen fuerzas. El Señor es la fortaleza de los débiles, y levanta a los fracasados y necesitados, a los temerosos y desanimados. Nos ayuda a ser soldados valientes por la providencia y el poder de Dios para cargar la cruz. Recordemos que cuando estamos débiles, el Señor será nuestra fortaleza.

Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En Él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré. Salmos 28:7

Tomado del libro Tiempo Con Dios
Autor: Kim Hyeong-jun

sábado, 14 de agosto de 2010

La gente agradecida es gente feliz

La gente agradecida es gente feliz
Hace algunos años una mujer se encontraba en la cornisa del piso 54 de un edificio de la ciudad de Nueva York, lista para saltar al vacío, acción que el escuadrón anti suicidio de la policía tomó con extrema seriedad. No parecía ser de esa clase de personas, tenía un costoso vestido y era de apariencia distinguida. Sin embargo, a pesar de su apariencia, todo intento por hacerla bajar de la cornisa resultaba infructuoso.

Un oficial de policía llamó a su pastor para que orara por ella. El pastor dijo que iría inmediatamente para ver si podía colaborar con la policía. Cuando este sabio ministro evaluó la situación, preguntó si podía acercarse para hablar con la mujer. El capitán se encogió de hombros y dijo -¿Qué podemos perder? El pastor comenzó a caminar hacia ella, pero la mujer gritó, como ya lo había hecho antes: - ¡No se acerque o saltaré! El pastor retrocedió y le dijo: - ¡Lamento mucho que piense que nadie la ama! Este comentario, no solo llamó su atención, sino que también sorprendió al escuadrón anti suicidio, por tratarse de un comentario tan poco ortodoxo. El pastor continuó diciendo:

-Seguramente sus nietos nunca le prestaron atención. Ante semejante comentario, ella se acercó y exclamó: -Mi familia me ama y mis nietos son maravillosos. – Sin embargo, usted debe ser muy pobre para estar tan desesperada por saltar – respondió el pastor. Ella contempló su cuerpo regordete y su hermoso vestido y expresó: - ¿Acaso parezco necesitar un plato de comida? Vivo cerca del Central Park, en un hermoso departamento.

El pastor se acercó nuevamente, solo se encontraba a un metro de distancia de ella y le preguntó: -Entonces, ¿Por qué quiere quitarse la vida? – No recuerdo- dijo la mujer, llena de sorpresa. El pastor había logrado que ella considerara todos los motivos que tenía para estar agradecida, en lugar de enfocarse en sus problemas. ¡Continuaron conversando y la mujer le mostró fotos de sus ochos nietos, con detalladas descripciones de cada miembro de su familia!

Al año siguiente ella trabajaba como voluntaria para una línea telefónica de asistencia al suicida; ayudaba a la gente no solo a optar por la vida, sino también a elegir vivir una vida llena de agradecimiento. Había aprendido el secreto. La gente agradecida es gente feliz.


¡Den gracias al Dios de los cielos! ¡Su gran amor perdura para siempre!
Salmos 136:26
Versión N.V.I.

 Tomado del libro Conectado con Dios.
Autor: Jim Burns

jueves, 12 de agosto de 2010

Más grande de lo que se ve

Más grande de lo que se ve
Era común encontrarse con una fila de soldados que eran enviados al combate todas las noches en la estación de Washington. Había un anciano con un sombrero encasquetado, que pese a que tenía una seria dificultad para caminar, servía una taza de café caliente a los soldados todas las noches. Esa taza de café que él les servía era suficiente para calmar los nervios de los soldados, y transmitir un cálido amor sin palabras. Este anciano era Franklin D. Roosevelt, Presidente de los Estados Unidos. ¿En dónde se encuentra la verdadera autoridad? ¿En sentirse orgulloso de sí mismo por ser el presidente de una nación? La verdadera autoridad se encuentra en el amor y en el servicio de corazón.

Nosotros conocemos muy bien el milagro de cinco panes y dos peces. Si bien para el hombre es imposible realizarlo, para el Señor es más que posible. Aquí hay un detalle al cual debemos prestar mucha atención, y es cuando Jesús nos dijo: “Dadles vosotros de comer”(Lucas 9:13). Él esperaba un milagro interior en nuestro corazón. El señor tomó el milagro desde nuestro interior para transformarlo en uno más grande.

El milagro que hoy debemos demostrar en el mundo, consiste en cumplir el mandato del Señor que dice “Dadles vosotros de comer”. De una persona egoísta, pasamos a ser una persona que ayuda al prójimo; esto es posible cuando obedecemos con gozo a la autoridad de la Palabra.

Así como la pequeña taza de café de un presidente, nuestra cálida mano extendida al necesitado provocará cambios en nuestra sociedad. ¡Éste es justamente el milagro que el Señor espera de nosotros!


Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir
y para dar su vida en rescate por todos.
Mateo 10:45
  
Tomado del libro Tiempo con Dios
Presidente y Editor Yong Jo Ha

martes, 10 de agosto de 2010

Sonriamos

Sonriamos
Se estaba haciendo tarde, y el agente soviético había golpeado y torturado a Paulo por muchas horas. “No vamos a torturarlo más”, dijo él, sonriendo con brutalidad cuando el cristiano levantó la vista. “En lugar de eso lo vamos a enviar a Siberia, donde la nieve nunca se derrite. Es un lugar de gran sufrimiento. Usted y su familia encajarán bien”.

En lugar de estar deprimido, Paulo sonrió.

-Toda la tierra pertenece a mi Padre, capitán. A dondequiera que me envíe yo estaré en la tierra de mi Padre.

- Le quitaremos todo lo que posee – dijo el capitán mirándolo con aspereza.

- Necesitará una escalera alta, capitán, porque mis tesoros están guardados en el cielo – respondió Paulo todavía con una sonrisa preciosa.

- Le prenderemos una bala entre sus ojos – gritó el capitán, ahora enojado.

- Si me quita la vida en este mundo, comenzará mi verdadera vida de gozo y belleza – respondió Paulo. – No le tengo miedo a la muerte.

El capitán agarró a Paulo por su camisa de prisionero hecha jirones y le grito al rostro:

- ¡No lo mataremos! ¡Lo mantendremos encerrado sólo en una celda y no permitiremos que nadie vaya a verlo!

- Usted no puede hacer eso, capitán – dijo Paulo, aún sonriendo. – Yo tengo un amigo que puede pasar a través de puertas cerradas y barrotes de hierro. Nadie me puede separar del amor de Dios.

A pesar de un futuro incierto, estamos seguros de una cosa: Cristo lo enfrentará con nosotros. Ya sea que estemos pasando a través de una prueba privada o una aflicción pública, nunca vamos a estar solos. En contraste todo compañero humano nos fallará en algún momento. Habrá lugares en el peregrinaje de la vida donde no pueden caminar con nosotros; el agua estará muy profunda y su entendimiento estaría turbio en el mejor de los casos. Solo Jesús tiene la habilidad de pasar a través de los “barrotes de hierro” de nuestros corazones que sufren y compartir esos tiempos difíciles. Él puede optar por no liberarnos de nuestras circunstancias, su presencia segura nos ayudará a través de ellas. Sonriamos, sabiendo que tenemos un amigo del cual nunca lograrán separarnos.

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro o espada?
Romanos 8:35
  
Tomado del Libro Devoción Extrema
Traducido al español por Rafael B. Cruz

domingo, 8 de agosto de 2010

Aprovechemos el día al máximo

Aprovechemos el día al máximo
Dios nos entregó veinticuatro horas, 1,440 minutos ó 86,400 segundos por día para que vivamos una vida plena. A veces estamos tan ocupados y distraídos que olvidamos que cada amanecer nos trae nuevas oportunidades y aventuras en este planeta llamado Tierra. Dios nos da un día a la vez para que el futuro no nos distraiga o el pasado nos paralice. Hoy es el primer día del resto de nuestra vida.  

Aprovechémoslo al máximo. Disfrutemos de este regalo de Dios. Podemos realizar muchas cosas en 1,440 minutos por día; aquí tenemos algunas sugerencias:
. Digámosle al alguien cuanto lo amamos.
. Escribamos algo amable a un amigo.
. Detengámonos y disfrutemos el atardecer.
. Dediquemos 20 minutos de los 1,440 que tiene cada día para hablar con Dios.
. Memoricemos este versículo: “Este es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él”


Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él.
Salmos 118:24

       
Tomado del libro Conectado con Dios.
Autor: Jim Burns

viernes, 6 de agosto de 2010

La Oracion de Consagracion

La Oracion de Consagracion
Había dos jóvenes hermanos que soñaban con ser pintores. Ambos deseaban estudiar dibujo, pero se vieron impedidos por la pobreza. Así que, hicieron una promesa: “Si tú estudias primero, entonces yo trabajaré para pagarte tus estudios”. Cuando tengas éxito como pintor, entonces me pagarás mis estudios, y yo podré estudiar pintura también”.

Pasaron los años, y uno de ellos terminó los estudios, logró notable reconocimiento ante los demás, como pintor. Cuando obtuvo su certificado de graduación, fue corriendo a su hermano que estaba trabajando en un restaurante. Las luces del local estaban apagadas, pero escuchó la voz de su hermano orando en un rincón: “Dios Padre, gracias porque mi hermano pudo terminar sus estudios de pintura. Después de trabajar tantos años, mis manos se han endurecido y no podré pintar nunca más. Pero es suficiente que mi hermano se haya hecho pintor. Si algo deseo, Señor, es que él que es tan talentoso, pueda dibujar mucho mejor que yo y sea un gran pintor. Ayúdame a orar siempre por él”.

El joven que vio a su hermano desde afuera del restaurante, fue grandemente conmovido por ese hermoso corazón, que no dudó en sacrificarse por él. Con sus ojos llenos de lágrimas pudo recordar, una vez más, sus manos maltratadas. Esas manos fueron las que pintó. Esta es la hermosa obra de Albrecht Durero, “Manos que oran”. Durero había dibujado las sacrificadas manos de su hermano Albert, aquellas que oraban por él.

El corazón de Jesús es de aquel que se sacrifica por su amigo y le demuestra amor, aquel que ora por el éxito de su hermano aunque él no lograra alcanzar su sueño. Jesús ofreció sus manos por nosotros, para que lográramos el éxito más grande de toda nuestra vida, que es la vida eterna.

Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.
La oración eficaz del justo puede mucho.
Santiago 5:16

Tomado del libro Tiempo Con Dios
Autor: Lee Yeong-hun

miércoles, 4 de agosto de 2010

La Parábola del Sembrador

La Parábola del Sembrador
Nuevo Testamento > Evangelios > San Marcos > Parábola del sembrador (41:4:1 - 41:4:20)

Otra vez comenzó a enseñar junto al mar, y se reunió ante él una multitud muy grande; de manera que él entró en una barca mar adentro y se sentó allí, y toda la multitud estaba en la playa, frente al mar.

Y les enseñaba muchas cosas en parábolas. Les decía en su enseñanza:
“¡Oíd! He aquí un sembrador salió a sembrar.

Y mientras sembraba, aconteció que parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la devoraron.

Otra parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra, y en seguida brotó; porque la tierra no era profunda.

Y cuando salió el sol se quemó, y porque no tenía raíces se secó.

Otra parte cayó entre los espinos. Y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto.

Y otras semillas cayeron en buena tierra y creciendo y aumentando dieron fruto. Y llevaban fruto a treinta, sesenta y ciento por uno.”

Y decía: “El que tiene oído para oír, oiga.”

Cuando estuvo solo, los que estaban alrededor de él junto con los doce le preguntaban en cuanto a las parábolas.

Y él les decía: “A vosotros se os ha dado el misterio del reino de Dios; pero para los que están fuera, todas las cosas están en parábolas,

para que viendo vean y no perciban, y oyendo oigan y no entiendan; de modo que no se conviertan y les sea perdonado.”

Luego les dijo: “¿No comprendéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?

El sembrador siembra la palabra.

Primero están estos que caen junto al camino donde se siembra la palabra. Y cuando la oyen, en seguida viene Satanás y quita la palabra que había sido sembrada en ellos.

Es por esta razón que una persona no regenerada (sin convertir), no puede tener entendimiento de Dios ni de las cosas espirituales:

« Espíritu, espíritu es. » (Juan 3: 3-6)Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 

Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 

Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del espiritu espiritu es. 

También los que son sembrados en pedregales son aquellos que, cuando oyen la palabra, en seguida la reciben con gozo;

pero no tienen raíz en sí, sino que son de poca duración. Entonces, cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, en seguida tropiezan.

Son personas que su corazón está endurecido por el engaño del pecado., tienen fortalezas de pecado; pecados como el orgullo, soberbio, altivez, incredulidad, temor, etc., endurecen el corazón del ser humano y los convierten en pecadores empedernidos.

Y otros son los que son sembrados entre espinos. Ellos son los que oyen la palabra,
pero las preocupaciones de este mundo, el engaño de las riquezas y la codicia de otras cosas se entrometen y ahogan la palabra, y queda sin fruto.

Muchos creyentes al pasar el tiempo de convertirse pierden su primer amor, y el gozo de su salvación comienza a disiparse, el corazón se enfría, el amor a Dios se empieza a desvanecer y comienzan a preocuparse quizás mas por progresar económicamente, trabajan mas horas o se consiguen un trabajito extra si pueden, para obtener un ingreso económico adicional.

Y aquellos que fueron sembrados en buena tierra son los que oyen la palabra, la reciben y producen fruto a treinta, a sesenta y a ciento por uno.”

El apóstol Pablo es un ejemplo de buena tierra, ya que antes de convertirse, perseguía a la iglesia, pero luego de su conversión al evangelio cambio drásticamente y dio grandes frutos para el reino de Dios.

Al final de sus días, pudo expresar con gozo «He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.» (II Tim. 4:7 RVA 1960).

Otro ejemplo, el apóstol Pedro, que luego de Pentecostés, su predicación logró la conversión de 3.000 personas:

«Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los .» (Hch. 2 RVA 1960)apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

lunes, 2 de agosto de 2010

Agua Viva

Agua Viva
Los horticultores nos dicen que las plantas crecen con fuerzas en tierra bien humedecida en una profundidad de diez a quince centímetros. Entonces cuando llega el tiempo seco, las plantas logran sobrevivir mejor, aunque solo reciban agua una vez a la semana. Además, regándolas en las horas del atardecer disminuye el factor evaporización que les quita humedad a las plantas. Una cosa es cierta, las plantas sanas que producen abundancia de hojas y hermosas flores y frutos exigen abundante agua aplicadas con cuidado a sus raíces. Los expertos dicen que el regadío ocasional aquí y allá causa más perjuicio que beneficio.

 Así como las plantas llegan a tener sed, nosotros también la tenemos. Cuando la samaritana se encontró en el pozo con Jesús, Él le explicó que el agua física es temporal, pero el agua espiritual es eterna (Juan 4:13-14). Para llevar fruto, necesitamos el agua eterna de Jesús morando en nosotros. Si vamos siempre con prisa y solo leemos un versículo de la Biblia acá y allá, nuestras raíces permanecen superficiales y pueden marchitarse en la estación seca. Al pasar más tiempo a solas con Dios en oración y en la lectura y meditación de su Palabra, desarrollaremos el sustento interno para las pruebas venideras.

 Cuando le permitimos a Dios que ponga su agua viva en nuestros corazones, no solo Él satisface nuestra sed espiritual, sino que también nos ayuda a crecer. Y a cambio, nosotros podemos ser fuentes para nutrir a otros.

Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura,
de su interior correrán ríos de agua viva.
Juan 7:37

Tomado del libro Momentos De Quietud Con Dios
Traducción: José Luis Martínez