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viernes, 26 de noviembre de 2010

Haciéndonos mejores amigos de Dios

Haciéndonos mejores amigos de Dios
Dios quiere ser su mejor amigo.

Su relación con Dios tiene muchos aspectos: Dios es su Creador y Hacedor, Señor y Amo, Juez, Redentor, Padre, Salvador y mucho más. Pero la verdad más asombrosa es ésta: ¡el Dios Todopoderoso anhela ser su Amigo!

En el Edén vemos la relación ideal de Dios con nosotros: Adán y Eva disfrutaban de una amistad íntima con Dios. No habían rituales, ceremonias o religión – sólo una simple relación amorosa entre Dios y las personas que creó. Sin el obstáculo de la culpa o del temor, Adán y Eva se deleitaban en Dios y Dios se deleitaba en ellos.

Fuimos hechos para vivir continuamente en la presencia de Dios, pero después de la Caída, esta relación ideal se perdió. Sólo unas cuantas personas en los tiempos del Antiguo Testamento tuvieron el privilegio de tener amistad con Dios. Moisés y Abraham fueron llamados "amigos de Dios," David fue llamado "un hombre conforme al corazón de Dios" y Job, Enoc y Noé tuvieron amistades íntimas con Dios. Pero el temor de Dios, no la amistad, era más común en el Antiguo Testamento.

Pero después, Jesús cambió la situación. Cuando él pagó por nuestros pecados en la cruz, el velo en el templo, que simbolizaba nuestra separación de Dios, fue partido desde arriba hasta abajo, para indicar que el acceso directo a Dios estaba otra vez disponible.

A diferencia de los sacerdotes del Antiguo Testamento que tenían que pasar horas preparándose para reunirse con Él, ahora nosotros podemos acercarnos a Dios en cualquier momento. La Biblia dice, "Ahora podemos regocijarnos en nuestra maravillosa nueva relación con Dios – todo por lo que nuestro Señor Jesucristo ha hecho por nosotros para hacernos amigos de Dios."

La amistad con Dios es posible solamente debido a la gracia de Dios y al sacrificio de Jesús. "Todo esto es hecho por Dios, quien a través de Cristo nos cambió de enemigos a sus amigos." Un viejo himno dice, "Qué amigo que tenemos en Jesús," pero en realidad, Dios nos invita a disfrutar de la amistad y la comunión de las tres personas de la Trinidad: nuestro Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.

Jesús dijo, "Ya no los llamo siervos, porque un siervo no sabe de los asuntos de su amo. Mejor que eso, los he llamado amigos, porque todo lo que aprendí de mi Padre se los he dado a conocer a ustedes." La palabra para "amigos" de este versículo no se refiere a una relación casual sino que a una relación íntima y de confianza. La misma palabra es usada para referirse al padrino de una boda y al círculo más cercano de amigos íntimos y confiados de un rey. En las cortes reales, los siervos tienen que mantener su distancia del rey, pero los amigos confiados del círculo más cercano disfrutan del contacto cercano, del acceso directo y de información confidencial.

Que Dios quiera que yo sea uno de sus amigos íntimos es difícil de entender, pero la Biblia dice, "El es un Dios apasionado por su relación con ustedes."

Dios desea profundamente que lo conozcamos íntimamente. De hecho, El planeó el universo y dirigió la historia, incluyendo los detalles de nuestras vidas, para que pudiéramos llegar a ser Sus amigos.

Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. Juan 15:14-15

miércoles, 24 de noviembre de 2010

El tamaño de nuestro Dios

El tamaño de nuestro Dios
Lucas 17:5 dice: “Dijeron los apóstoles al Señor: ‘!Auméntanos la fe!”’ Si usted ha orado así, entonces está en buena compañía. Los discípulos vivieron con Jesús por más de tres años. Ellos lo vieron echar fuera demonios, sanar enfermos y resucitar muertos, sin embargo, todavía le pidieron que les aumentara su fe. “Entonces el Señor dijo: ‘Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: “Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecerá”(Lucas 17:6).

Orar por fe es otra barrera a la oración contestada. Jesús le estaba diciendo a Sus discípulos: “Ustedes no necesitan más fe; con una pequeña cantidad moverán montañas. Lo poco que tengan puede mucho, pero no la están usando”.

No es el tamaño de su fe el que cuenta – es el tamaño de su Dios.

Si usted cree, usted activa el cielo. Quizás, se está pensando: “No estoy seguro de tener fe”. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). Si quiere aumentar su fe, aumente la ingestión de la palabra de Dios. Lo que usted sepa de la palabra se vuelve el límite de su fe porque cree solamente lo que sabe. Es importante pertenecer en un cuerpo local de creyentes donde la base espiritual de la enseñanza está dirigida a todos los aspectos de la vida cristiana. Necesitamos entender cómo opera Dios en cada área, de la vida porque queremos tener fe en todas esas áreas.

Oración: Padre, por favor fortaléceme para pasar más tiempo en Tu Palabra. Quiero que mi fe en Ti y en Tu Palabra crezca más y se profundice. Gracias por ser todo lo que yo necesito. 

Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
Mateo 9:29
  
Tomado del libro devocional diario de poder
Autor: Dr. Myles Munroe

Consejos y pensamientos para padres de familia

Consejos y pensamientos para padres de familia

lunes, 22 de noviembre de 2010

El pan de vida

El pan de vida
Como es el pan para el hambre, así dijo Jesús que era Él para el alma.

Viaja a casi cualquier país y siéntate en cualquier restaurante y te servirán pan. El pan es primordial. Si los pobres no tienen nada, tiene pan. Si los ricos lo tienen todo, incluso tienen pan. El pan no es una comida regional ni un plato nacional. Ningún país pretende ser la fuente exclusiva del pan. Puede ser en forma de tortilla mexicana o un pan ázimo de Nueva York, el pan se encuentra en todas partes. Así es Cristo. Las fronteras no le limitan. Ningún país pretende ser su dueño. Ninguna región lo considera suyo. Ninguna nación lo monopoliza. Está en todas partes al mismo tiempo. Está disponible universalmente.

El pan se come todos los días. Algunas frutas sólo se consiguen según la estación. Algunas bebidas sólo se preparan para ciertas festividades. No ocurre así con el pan. Ni tampoco con Jesús. A Él debemos traerlo a la mesa cada día. Y nutre nuestros corazones no sólo durante ciertos meses o en ocasiones especiales, sino todos los días.

El pan se sirve de formas diferentes. En tostadas, con mermelada, con mantequilla, solo y cocinado. Como sándwich, dulce, el que se usa para perros calientes, como cruasán, o panecitos especiales para la cena. El pan satisface varias necesidades. Así es Jesús. Se adapta para satisfacer nuestras necesidades. Tiene palabra tanto para el solitario como para el popular. Ayuda al enfermo físicamente como al enfermo emocional. Si tu visión es clara, Él te puede ayudar. Si es borrosa, Él te puede ayudar. Jesús puede satisfacer cualquiera necesidad.

¿Comprendes por qué Jesús dice que Él es el Pan de vida?

Encuentro aun otra similitud. Piensa cómo se hace el pan. Piensa en el proceso. El trigo crece en el campo, luego se corta, aventa y convierte en harina. Pasa a través del fuego del horno después de lo cual se distribuye alrededor del mundo. Sólo mediante este proceso el pan llega a ser pan. Cada paso es esencial. Elimina la planta y no tendrás trigo. Elimina el molido y no tendrás harina. Elimina el fuego y no tendrás el producto. Elimina la distribución y no satisfará las necesidades de las personas. Cada paso es indispensable.

Ahora, piensa en Jesús. Creció como “planta tierna” (Isaías 53:2). Uno entre millones de niños en el planeta. Uno entre miles en Israel. Uno entre docenas en Nazaret. En nada diferente a otra persona en la calle y al niño sentado en la silla a su lado. Al verlo como jovencito, quizás no habrías pensado que era el Hijo de Dios. Lo habrías visto como un joven educado, cortés y trabajador, pero… ¿Dios en la tierra? Jamás. Era sólo un niño. Uno entre cientos. Como una gavilla en el campo de trigo.

Pero al igual que el trigo, Él fue cortado. Como paja fue molido y golpeado. “Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él”(Isaías 53:5). Y como el pan, pasó a través del fuego. En la cruz, pasó a través del fuego de la ira de Dios, no por sus pecados, sino por los nuestros. “El Señor cargó sobre Él la maldad de todos nosotros” (Isaías 53:6).

Jesús experimentó cada parte del proceso de la elaboración del pan: creció, lo molieron, pasó por el fuego. Y así como cada paso es necesario para el pan, también lo fue para que Cristo llegara a ser el Pan de vida. “¿Acaso no tenía que sufrir el Mesías estas cosas antes de ser glorificado?”(Lucas 24:26).

Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre;
y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Juan 6:35

Tomado del libro el trueno apacible
Autor: Max Lucado

sábado, 20 de noviembre de 2010

En proceso

En proceso
Un cartel en el vestíbulo de un hotel en remodelación anunciaba: “Por favor, sea paciente. La renovación en progreso tiene algo nuevo y maravilloso”. ¡Quizá cada uno de nosotros necesite llevar un cartel como ese! Todos somos proyectos inconclusos bajo construcción, en vías de convertirnos en algo maravilloso. Al ser consciente de esto, podemos ser más comprensivos y pacientes con los demás, así como con nosotros mismos, mientras el trabajo está en marcha.

La esperanza es la anticipación de lo bueno. Como el vestíbulo del hotel en el desorden de la remodelación, nuestra esperanza existe pesar de las circunstancias actuales. ¿Cuál es la base de nuestra esperanza?

Para el cristiano, la esperanza no es simple optimismo ni la negación de la realidad. Cristo Jesús es la razón de nuestra esperanza, la Roca sólida de nuestra fe. Como escribió el autor del himno: “Mi esperanza solo descansa sobre la sangre y la justicia de Jesús”. Nunca vivimos sin esperanza si conocemos al Señor Jesús.

El objetivo de nuestra esperanza es ser como Jesús. Esta quizá parezca una meta muy elevada y que va más allá de nuestras posibilidades alcanzarla, y así es. Entonces, ¿Cómo la alcanzamos?

Las escrituras nos dice que “Cristo en ustedes” es nuestra esperanza (Colosenses 1:27). La transformación de nuestra vida a la semejanza de Cristo es una meta que es mayor que la vida. Como Pablo escribió a los corintios: es una desdicha tener esperanza solo para esta vida (1 Corintio 15:19). La esperanza cristiana es para esta vida y para la eternidad.

En una pequeña capilla en las colinas de las Tierras Altas de Escocia hay una frase en la puerta principal cincelada en lengua gaélica. La traducción dice: “Entra como eres pero no te vayas como viniste”. Cuando vamos a Jesús, podemos acudir como somos; pero de su presencia no vamos a salir iguales. Esa es nuestra esperanza.

Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra,
la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Filipenses 1:6


Tomado del libro: momentos de quietud con Dios
Por Editorial Unilit

jueves, 18 de noviembre de 2010

No sueñe pequeñeces

No sueñe pequeñeces
En 1970, Wally comenzó a hornear galletitas con pedacitos de chocolate para sus amigos. Utilizó una receta y la preparación de su tía Della. Durante cinco años, preparó galletitas tirando las que sobran, aun si sus amigos le decían que debería venderlas. Pero para Wally, las galletitas eran solo un pasatiempo. Su objetivo principal era ser gerente de negocios.

Un día, una amiga le dijo a Wally que conocía a alguien que quería poner dinero para una máquina de negocios para galletitas. Ese comentario hizo sobresaltar los pensamientos de Wally. Conversó con algunos de sus amigos – gente como Jeff Wall, Helen Reddy y Marvin Gaye – y los convenció de colocar dinero.

Al principio, Wally pretendía abrir solo un negocio, en Sunset Boulevard, solo como algo para ganarse la vida. Pero la empresa creció rápido y más de lo que hubiese imaginado. Pronto, “las famosas galletitas de chocolate Amos” de Wally se comenzaron a distribuir por todo el mundo. Wally se convirtió en el portavoz de otro producto, incluyendo huevos y una compañía de teléfonos. Había soñado con representar a celebridades. Ahora era una celebridad.

A veces los sueños se hacen realidad por donde menos lo esperamos. Así que este alerta. Nunca se sabe cómo se desmenuzará la galletita.



Pedid, y se os dar; buscad, y hallaréis;
llamad, y se os abrirá.
Mateo7:7


Tomado del libro devocionario de Dios
Publicado por editorial unilit


martes, 16 de noviembre de 2010

Perdone así como ha sido perdonado

Perdone así como ha sido perdonado
Un espíritu que no perdona puede ser una presencia destructiva en nuestras vidas, aun cuando no entendamos que estamos almacenándolo. ¿Ha perdonado usted a su ex esposo o ex esposa o cualquiera otro que lo haga enojar cada vez que piensa en él o ella? ¿Y qué de alguien que le hizo daño en el trabajo – alguien con quien usted sigue molesto después de tres semanas, tres meses o tres años?

Alimentar un espíritu no perdonador puede bloquear su vida de oración. La Biblia dice: “Airaos pero no pequéis; no se ponga el sol sobre nuestro enojo, ni deis lugar al diablo” (Efesios 4:26-27). Retener el perdón no refleja el carácter de Jesús y más demuestra ingratitud al inmenso perdón que Dios nos ha dado.

Jesús tocó este punto en la parábola del siervo inclemente en Mateo 18:23-35. En esta historia el rey perdona a uno de sus siervos y le cancela la inmensa cuenta que le debía. Sin embargo, el mismo siervo rehusó perdonar a su compañero una deuda menor. El final, el rey mandó a la cárcel al primer siervo por su falta de misericordia. Jesús concluye advirtiéndole a Sus discípulos: “Así también mi padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas” (versículo 35). Retener el perdón es un asunto serio. Usted necesita perdonar a otros si quiere que Dios lo perdone a usted y escuche sus oraciones.

Oración: Padre, no quiero ser prisionero de un espíritu inclemente. Ayúdame a perdonar a todos los que me ultrajan con el mismo perdón que Tú me has ofrecido en Cristo.


Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.

Marcos 11:25

  
Tomado del libro devocional diario de poder
Autor: Dr. Myles Munroe

domingo, 14 de noviembre de 2010

El ídolo dentro del corazón

El ídolo dentro del corazón
La tradición de Tailandia ha considerado al elefante blanco como un animal muy sagrado. Le adoraban y le servían como a un ídolo. Hace mucho tiempo, estos elefantes eran utilizados por los reyes tailandeses como medio para destruir a sus enemigos políticos. Enviaban uno de estos animales, como regalo, a la casa de la persona a quien deseaban el mal. A partir de ese día, esa persona debía cuidar y proteger al elefante con sumo cuidado. No podían tratarlo así nomás, ya que era el regalo del rey y un animal muy sagrado.

Debía alimentar al elefante con lo más caro y ponerle accesorios muy lujosos. Debía hacerle dormir y vestirlo como un niño. Si se llegaba a enfermar, era un problema muy grande. En conclusión, aquella persona que había causado disgusto al rey y había recibido un elefante como regalo, invertía todo su tiempo y bienes materiales en cuidar al elefante hasta que se quedaba en bancarrota. El elefante, que era un objeto de adoración, se convertía en una maldición que lo llegaba a la destrucción.

Quizás todos criamos un elefante blanco en nuestro corazón. La codicia por las cosas materiales, la lujuria, la vanagloria, la mala inversión de tiempo y bienes materiales, todas estas cosas constituyen nuestros ídolos. Y no son otras cosas que… elefantes blancos.

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.
Proverbios 5:23


Tomado del libro tiempo con Dios
Autor: Kin Dong-jun

sábado, 6 de noviembre de 2010

Una persona humilde

Una persona humilde
Harland Sanders, de Kentucky, Estados Unidos, tomó un nuevo desafío para su vida cuando cumplió 65 años. Un cheque de 105 dólares y un auto antiguo eran todo lo que poseía. La única comida que sabía cocinar, y que por cierto le quedaba muy rica, era el pollo frito. Un día, se vistió de traje blanco, tomó la receta del pollo y el recipiente de condimentos y comenzó a visitar a los dueños de restaurantes. El negocio de franquicia que comenzó se llamó Kentucky Fried Chicken (KFC). En el año 1976, fue elegido el segundo hombre de negocio multinacional más respetado del mundo. Hasta los 90 años de su vida se dedicó a viajar promoviendo el reino del KFC.

Él recordaba que cuando era joven tenía mucha soberbia. Pero cuando llegó la crisis económica a Estados Unidos, su negocio decayó en gran manera. El restaurante que tenía se redujo a cenizas y cayó en profundo desánimo. Cuando perdió a su hijo, que era su única esperanza, y su esposa lo dejó, él padeció de un desorden mental. Un día, siendo ya un hombre viejo y pobre, escuchó a una mujer cantando y alabando a Dios en el templo de una Iglesia: “En tus afanes y en tu dolor. Dios cuidará de ti. Vive amparado en Su inmenso amor. Dios cuidará de ti”.

Escuchó el himno y derramó lágrimas de arrepentimiento. Se volvió de su vida altiva del pasado y decidió vivir en humildad. Tomó el recipiente de condimento y se levantó nuevamente. Este hecho marcó un nuevo inicio en su vida a los 65 años. Cuando se humilló, Dios lo comenzó a levantar y poner en alto.

            
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra;
Mas con los humildes está la sabiduría.
Proverbios 11:2
  
Tomado del libro Tiempo Con Dios
Autor: Lee Dong-Won

jueves, 4 de noviembre de 2010

Nacidos para ser distintos

Nacidos para ser distintos
Nosotros fuimos designados por Dios para sobresalir no para mezclarnos. Pensemos en las miles de clases de flores en el mundo. Son flores, pero cada una es única en su especie. Pensemos en un bosque. A primera vista, todos los árboles parecen mezclarse. Sin embargo, cuando nosotros nos acercamos más, vemos que la forma de cada árbol es única. Cada tipo de árbol tiene hojas con un diseño distinto. ¿Por qué? La unicidad es parte de la creación de Dios.

El diseño individual es tan real para la humanidad como lo es para la naturaleza. Dios no quiere que ninguna persona se pierda en el mar de personas. Hay más de seis millones de personas en el planeta y ninguna de ellas tiene nuestra huella digital. Podemos ser complacientes de esta asombrosa verdad, pero algo de lo que nosotros continuamente debemos hacer memoria puesto que es fácil sentirse perdido en la multitud. Nosotros somos de una clase irreemplazable, original; nosotros somos “formidables y obra maravillosa”.

Si vamos a comprar a una tienda de descuento, notaremos que muchos de los vestidos, chaquetas deportivas o corbatas que están en las perchas son parecidas. No son costosas porque fueron fabricadas en masa. Si nosotros queremos un vestido original, sin embargo, tenemos que ir a un diseñador. Nosotros no queremos un vestido de los fabricantes en masa. Dios no nos puso en una percha para la venta de descuentos. Fuimos hechos por el Diseñador.

Oración: Padre, ayúdanos a recordar que somos Tu diseño único. Siendo que somos únicos, Tú nos has dado una visión única. Que podamos nosotros descubrirla y andar en ella. Amén.

Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
     Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado,
y mi alma lo sabe muy bien.
Salmos 139:13-14


Tomado del libro devocional diario de poder y oración
Autor: Dr. Myles Munroe

martes, 2 de noviembre de 2010

¡Calmémonos!

¡Calmémonos!
Nos es casi imposible dormir si estamos tensos. ¿Nos impiden dormir los recuerdos de los hechos del día? ¿A veces nos sentimos como si pasáramos el día empujando una gran piedra hacia lo alto de una montaña con un palo muy pequeño? Si es así, memoricemos estas palabras:

A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del SEÑOR, creador del cielo y de la tierra (Salmo 121: 1-2).

¿Nos preocupa cometer errores, disgustar a nuestro jefe o desilusionar a nuestra familia? Si es así, memoricemos estas palabras:

No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida. Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel (Salmo 121: 3-4).

¿A veces la excesiva ansiedad nos priva de lo mejor de nosotros, haciendo que temamos por nuestra seguridad y salud? Si es así, memoricemos estas palabras:

El SEÑOR es quien te cuida, el SEÑOR es tu sombra protectora. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche (Salmo 121: 5-6).

¿Ya empezamos a sufrir por la fecha tope del mes que viene, los impuestos del próximo año, los gastos de universidad que habremos de pagar en el futuro o por los fondos para nuestra jubilación en treinta años? ¿Llevamos todo eso cuando ponemos nuestras cabezas en la almohada por la noche? Si es así, memoricemos estas palabras:

El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre (Salmo 121: 7-8).

¡Acabamos de memorizar un salmo completo! Repitámoslo cada noche. Sustituyamos el tu por mi y el ti por mí. Lugo descansemos en el conocimiento de que Dios nos tiene a nosotros, a nuestra vida y al resto del universo bajo su control.

En esto me desperté, y vi, y mi sueño me fue agradable.
Jeremías 31:26

Tomado del libro: Momentos de Quietud con Dios
Por editorial Unilit