Más grande de lo que se ve
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Era común encontrarse con una
fila de soldados que eran enviados al combate todas las noches en la estación
de Washington. Había un anciano con un sombrero encasquetado, que pese a que
tenía una seria dificultad para caminar, servía una taza de café caliente a
los soldados todas las noches. Esa taza de café que él les servía era
suficiente para calmar los nervios de los soldados, y transmitir un cálido
amor sin palabras. Este anciano era Franklin D. Roosevelt, Presidente de los
Estados Unidos. ¿En dónde se encuentra la verdadera autoridad? ¿En sentirse
orgulloso de sí mismo por ser el presidente de una nación? La verdadera
autoridad se encuentra en el amor y en el servicio de corazón.
Nosotros conocemos muy bien el
milagro de cinco panes y dos peces. Si bien para el hombre es imposible
realizarlo, para el Señor es más que posible. Aquí hay un detalle al cual
debemos prestar mucha atención, y es cuando Jesús nos dijo: “Dadles vosotros
de comer”(Lucas 9:13). Él esperaba un milagro interior en nuestro corazón. El
señor tomó el milagro desde nuestro interior para transformarlo en uno más
grande.
El milagro que hoy debemos
demostrar en el mundo, consiste en cumplir el mandato del Señor que dice
“Dadles vosotros de comer”. De una persona egoísta, pasamos a ser una persona
que ayuda al prójimo; esto es posible cuando obedecemos con gozo a la
autoridad de la Palabra.
Así como la pequeña taza de
café de un presidente, nuestra cálida mano extendida al necesitado provocará
cambios en nuestra sociedad. ¡Éste es justamente el milagro que el Señor
espera de nosotros!
Porque
el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir
y para
dar su vida en rescate por todos.
Mateo
10:45
Tomado
del libro Tiempo con Dios
Presidente
y Editor Yong Jo Ha
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Lo invitamos a nutrir su corazón con las perlas de agua viva que Dios pone a su disposición, aquí encontrara palabras que animaran su espíritu y le invitaran a reflexionar sobre el diario vivir, esperamos que sea alimento para Usted y un manantial que calme su sed al ver las cosas que Dios tiene para Usted.