Una bendición diaria |
He aquí una escena repetida miles de veces diariamente en Brasil… Es muy temprano en la mañana. Es la hora de que el joven Marcos salga para la escuela. Luego de tomar sus libros y dirigirse a la puerta, se detiene junto a la silla donde está su padre. Se acerca a su cara y le pregunta: ¿Benção, Pai? (¿La bendición, padre?) El padre alza la mano y le responde, Deus te abençoe, meu filho (Dios te bendiga, hijo mío). Padre e hijo hacen su salida cotidiana, una bendición solicitada, una bendición gustosamente otorgada… Nosotros debemos hacer lo mismo. Como el niño que anhela el favor del padre, cada uno de nosotros necesita un recordatorio diario del amor de nuestro Padre celestial. Para que [Dios] os dé, conforme a las riquezas de su glorias, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu. Efesios 3:16 Tomado del libro “Gracia Para Todo Momento” Autor: Max Lucado |
Lo invitamos a nutrir su corazón con las perlas de agua viva que Dios pone a su disposición, aquí encontrara palabras que animaran su espíritu y le invitaran a reflexionar sobre el diario vivir, esperamos que sea alimento para Usted y un manantial que calme su sed al ver las cosas que Dios tiene para Usted.
viernes, 29 de octubre de 2010
Una bendición diaria
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