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jueves, 30 de enero de 2014

Promover la rectitud de intención!

Promover la rectitud de intención!
 
En esta vida, si ponemos primero y antes que nada las cosas de Dios, lo demás se nos dará por añadidura (Mateo 6, 33). La generosidad sincera origina siempre algo positivo en la persona que hace el acto generoso, pero también en los demás que conviven con dicha persona, porque un acto bueno se multiplica.
 
La generosidad también tiene que ver con el fin último que el hombre busca. En el mundo actual, son muchos los que se afanan por las cosas materiales, en las que ponen sus esperanzas, sus expectativas y su futuro, cosas que les producen desasosiego por no poderlas controlar al cien por ciento. En cambio, las personas que ponen su fe y su certeza en las cosas del cielo, en Dios, consiguen más paz y tranquilidad, a pesar de los miles de problemas y contratiempos comunes de cualquier vida humana. Con esta actitud las  personas lograremos superar la visión materialista de la vida para alcanzar una dimensión espiritual.
 
Cuando tenemos a Dios como fin último, dejamos de un lado el egoísmo, el egocentrismo, la envidia, el materialismo, la falta de responsabilidad, la falta de compromiso, de respeto, de comprensión, de tolerancia y de caridad. Cuando tenemos la mirada puesta en Cristo, nuestro Salvador, buscamos consistentemente hacer el bien.
 
Hagamos las cosas por Dios y Él que ve en lo secreto, nos recompensará.(Mateo 6, 16-18).

miércoles, 29 de enero de 2014

Vive para que te extrañen



Por Cash Luna

Agradece cada minuto de tu vida y aprovéchalo para amar y servir de corazón.

En la Palabra leemos que debemos tener humildad porque la vida es como neblina que aparece y desaparece, y la muerte puede sorprendernos en cualquier momento. Sabemos que morir es uno de los misterios más grandes. Sin embargo, todos tenemos dos cosas en común: moriremos y no nos llevaremos nada. Es bueno recordarlo porque a veces vivimos como si nunca moriremos y como si nos llevaremos todo porque buscamos atesorar en vez de compartir y disfrutar de lo poco o mucho que tenemos. Así que vale la pena tener presente que la vida terrenal es pasajera, por lo que debemos estar listos para dejarla en cualquier momento. Hay que adornar con flores los corazones, no los panteones.

Sabemos que hay un tiempo para todo en la vida. La Palabra lo dice claramente. Cuando nace un bebé hay regalos y felicidad, es un tiempo hermoso, pero también tendremos que hacer tiempo para morir y Dios nos conceda que lleguemos a ese momento lo mejor posible. El Señor dijo que nos prepararía morada en el cielo, así que Él nos está esperando. Cuando el mártir Esteban fue apedreado, se abrieron los cielos y Jesús no estaba sentado en Su trono, sino de pie para recibirlo con los honores que sabe darle a quien le sirvió y le honró. Claro que todas las personas que lo han aceptado serán recibidas, pero Él tiene galardones especiales para quien lo sirvió. Jesús nunca dejó de servir, incluso ante la persecución y la muerte, ¿por qué dejarías de servir por alguna pequeña incomodidad? ¿Acaso te cambias de trabajo porque te exigen demasiado? No seas tan delicado, no dejes tu grupo porque alguien te hizo una mala cara. A pesar de todo hay que servir al Señor para que nos reciba de pie en el cielo.

Frente a la muerte nos cuestionamos ¿por qué sucede esto? Pero lo cierto es que la muerte alcanza a todos. El rey Salomón nos dice que es vanidad lo que atesoramos como la sabiduría y la riqueza, porque no sabemos qué sucederá con todo eso luego de morir. La muerte es dolorosa porque la vida continúa para los que quedamos, por más que guardemos luto, es inevitable seguir adelante. Si tienes a Jesús en tu corazón, morir es una celebración.

Así que el consejo es que ante la muerte y la incertidumbre de lo que sucederá después, frente a las situaciones que parecen injustas, hay que confiar en el Señor. Debemos vivir felices porque lo demás es vanidad, es decir, injusticia. Dios nos dejó una vida eterna para disfrutarla allá, pero esta hay que apreciarla acá. Sé generoso, obsequia a tus seres queridos. Sería vanidad no gozar de la risa de tus hijos y de tu esposa. Lo más hermoso es pasar tiempo con la gente que amas. Lo importante no es cuánto vivimos sino cómo vivimos, por supuesto que en santidad y esforzándonos por ser correctos. Vive de acuerdo a los principios bíblicos de disfrutar cada momento. ¡Ve y hazlo! Salomón dijo que escogió la alegría. Vive para que te extrañen, no solo para que te recuerden. Incluso se recuerda a Hitler, pero nadie lo extraña. Hay algunos a quienes nadie extraña, siempre criticando, señalando y nunca alabando, todo el tiempo corrigiendo, no felicitando. Evita esa actitud amargada, dedícate a provocar una sonrisa en el rostro de las personas que te rodean.

Si sabemos que somos justos y vivimos una situación dolorosa, hay que aceptarla, no le busquemos explicación. Así decía Salomón, hay cosas que no deberían suceder, pero suceden, simplemente sigue adelante. Seguramente es doloroso y triste, pero no podemos detenernos a cuestionar, solamente alaba al Señor y continúa. La muerte es parte de la vida y debemos aceptarla con esperanza.

En mi familia hemos enfrentado dolorosas pérdidas. Un hermano de Sonia murió en un accidente de aviación. Sin embargo, a partir de su muerte, toda su familia conoció al Señor y tiempo después, ella y yo nos conocimos en la iglesia. Así que se cumplió el verso de Romanos 8:28  que dice que todo ayuda a bien a los que aman al Señor. Cuando mi prima falleció, su hija Andreíta vino a vivir con nosotros, ahora es otra hija para Sonia y para mi, su vida nos llena de alegría, pero la situación se dio a partir de una dolorosa experiencia de muerte. A pesar de todo, por amor a los demás hay que vivir lo mejor que podamos. Dile al Señor: “El día que muera iré contigo, mientras tanto, viviré con amor y alegría”.

Si perdiste a un ser querido y estás triste, vive tu proceso, llora lo que sea necesario porque llegará el día que dejarás de hacerlo ya que Dios puso en nosotros ese espíritu de sobrevivencia y de superación del dolor. Que no te confundan los momentos difíciles, no pienses que los justos no deben sufrir porque en la Palabra dice que hay personas buenas que enfrentarán situaciones como si fueran impía y viceversa. Mejor acepta lo que venga con fe y pide fortaleza al Señor en todo momento, porque mayores galardones hay para quienes confían en Él y le sirven con alegría todos los días de su vida. Declárate fortalecido por Su amor, acepta Su consuelo y alábale siempre.

Versículos de referencia

1 Santiago 4:13-15 dice: ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.

2 Eclesiastés 3:1-8 comparte:  Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. (...) 3 Eclesiastés 3:19-22. Eclesiastés 8:14 1 Tesalonicenses 4:13-14

lunes, 27 de enero de 2014

Fabula: El León enamorado de la hija del Labrador.

Fabula: El León enamorado de la hija del Labrador.
Se había enamorado un león de la hija de un labrador y la pidió en matrimonio.

Y no podía el labrador decidirse a dar su hija a tan feroz animal, ni negársela por el temor que le inspiraba.
Entonces ideó lo siguiente. Como el león no dejaba de insistirle, le dijo que le parecía digno para ser esposo de su hija, pero que al menos debería cumplir con la siguiente condición: que se arrancara los dientes y se cortara sus uñas, porque eso era lo que atemorizaba a su hija.
El león aceptó los sacrificios porque en verdad la amaba.
Una vez que el león cumplió lo solicitado, cuando volvió a presentarse ya sin sus poderes el labrador lleno de desprecio por él, lo despidió sin piedad a golpes.
Nunca te fíes demasiado como para despojarte de tus propias defensas, pues fácilmente serás vencido por los que antes te respetaban.    Fábula de Esopo
La fábula de hoy me recuerda la historia del tristemente célebre juez de Israel, Sansón. Al igual que el león de la fábula, este héroe sacrificó aquello que era un don de Dios para bendecir a su nación por un momento de placer y al final, lo perdió todo.
Bueno, en el caso de Sansón (a diferencia del león de la fábula), Dios le concedió una nueva oportunidad de contribuir a la liberación de su nación…aunque a costo de su propia vida.
¿Por qué desperdiciar los dones y talentos que Dios nos ha concedido por un disfrute momentáneo que, a la larga se disipa y nos deja con el sabor amargo de la desilusión?
"Dios te hizo a su imagen y semejanza. En términos de computación Dios puso dentro de ti un chip con el contenido de lo divino. Aunque el pecado te ha deformado, el chip divino sigue adentro. Tú eres producto de Dios y con lo que tú haces reflejas tu propio producto. Que jamás tus acciones deformen el reflejo que Dios ha puesto dentro de ti".
Consideremos lo que hacemos a la luz de los planes de Dios para nuestra vida y atrevámonos a hacer ajustes. Adelante y que el Señor les bendiga.
No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.  1 Timoteo 4:14

PAGAR BIEN POR MAL.


 
Un soldado se quedó pasmado cuando escuchó al general Robert E. Lee hablar elogiosamente de otro oficial...
 
"General" -le dijo- "¿sabe usted que el hombre del cual habla tan bien es uno de sus peores enemigos, y que no pierde ninguna oportunidad de difamarlo?".
"Sí" -dijo el general-"pero a mí me pidieron mi opinión de él, no la que él tiene de mí".
 
Un hombre entró a robar a casa de su vecino, el cual lo sorprendió en la acción. Al saberse descubierto, se llenó de temor, pero contrario a lo que esperaba, su vecino solo le dijo: "Amigo, no sabía que tuviera usted tanta necesidad como para  llegar a esto. Yo no tengo mucho, pero por favor dígame si puedo hacer algo por usted, trataré de ayudarle lo más que pueda".
 
La amabilidad de Lee, es una ilustración inspiradora de lo que es devolver bien por mal. Ahora bien, estoy seguro de que eso no es fácil de hacer. De hecho, a veces parece imposible.
 
Abraham Lincoln dijo una vez:"La mejor forma de derrotar al enemigo es hacerlo tu amigo." Por tanto,con ayuda de Dios, amemos a nuestros enemigos, bendigámoslos, hagámosles bien y oremos por ellos. Igual que nuestro Señor, estemos preparados para devolver bien por mal... incluso a nuestros enemigos.

viernes, 24 de enero de 2014

¡No importa qué otra cosa estés haciendo... siempre puedes estar orando!

¡No importa qué otra cosa estés haciendo... siempre puedes estar orando!

No hace falta que te eches de rodillas al suelo para poder orar. Pues de hecho, en todo lo que haces deberías orar y tener "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe." (Heb.12:2)

Orar es como respirar, como respirar constantemente el Espíritu Santo. ¡Manténte en todo momento en comunicación con el Señor, pensando en Él constantemente, y Él te ungirá y te guiará con Su Espíritu en todo lo que hagas! ¡Si oras por cada cosa que haces y le pides a Dios que te dé sabiduría, Él prometió que te la daría! (Stg.1:5)

El Señor puede ahorrarte un montón de trabajo, problemas y tiempo si oras antes de comenzar cualquier tarea. Ora y pídele al Señor que te ayude y te guíe, aunque sólo se trate de una palabra: "¡Jesús, ayúdame, por favor!" Puedes orar en una fracción de segundo y recibir la respuesta a tu oración enseguida, ¡pero si te apoyas en tu propia prudencia o en tu propia sabiduría tal vez cometas un error lamentable!

De modo que "¡ora sin cesar!" (1Tes.5:17) Consulta todo con el Señor, cada problema, cada decisión, y asegúrate de estar haciendo lo que Él quiera que hagas. "¡Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas!" (Pro.3:6)

jueves, 23 de enero de 2014

¡Es imposible tener fe en que Dios nos curará si no contamos con las promesas de Su Palabra!

¡Es imposible tener fe en que Dios nos curará si no contamos con las promesas de Su Palabra!

¡Con cuánta frecuencia la falta de fe se debe a la ignorancia! ¡Si te parece que no tienes mucha fe para que Dios te cure, es sencillamente porque no tienes una base suficiente de fe y conocimiento de la Palabra de Dios!

¡Pero ya está a tu disposición! A lo largo de toda la Biblia, que es la Palabra que Dios nos ha dirigido personalmente a cada uno, Él ha hecho montones de promesas para nuestra curación. "Nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina." (2Pe.1:4) ¡Son promesas que podemos reclamar contando con que Dios las cumplirá! Y también de ellas surge nuestra fe. "La fe se recibe, aumenta, al oír la Palabra de Dios." (Rom.10:17) ¡Léela con mucha oración y ella te dará la fe!

No puedes decir: "Me fío del médico, pero no voy a tomar las pastillas que me recetó. Estoy sometido a tratamiento médico pero no quiero seguir las indicaciones." En lo que sea que se haya puesto la fe, hay que ser consecuente y obedecer. Si es en el Señor, tienes que tomar las píldoras de las Escrituras y seguir el tratamiento que Él prescribe: ¡Tienes que citar y reclamar Sus promesas, y afirmarte en la Palabra!

lunes, 20 de enero de 2014

LUCHAR HASTA VENCER

LUCHAR HASTA VENCER

En la pequeña escuelita rural había una vieja estufa de carbón muy anticuada. Un chiquito tenía asignada la tarea de llegar al colegio temprano todos los días para encender el fuego y calentar el aula antes de que llegaran su maestra y sus compañeros.

Una mañana, llegaron y encontraron la escuela envuelta en llamas. Sacaron al niño inconsciente más muerto que vivo del edificio. Tenía quemaduras graves en la mitad inferior de su cuerpo y lo llevaron de urgencia al hospital.

En su cama, horriblemente quemado y semi-inconsciente, el niño oía al médico que hablaba con su madre. Le decía que seguramente su hijo moriría -que era lo mejor que podía pasar, en realidad-, pues el fuego había destruido la parte inferior de su cuerpo.

Pero el valiente niño no quería morir. Decidió que sobreviviría. De alguna manera, para gran sorpresa del médico, sobrevivió. Una vez superado el peligro de muerte, volvió a oír a su madre y al médico hablando despacito. Dado que el fuego había dañado en gran manera las extremidades inferiores de su cuerpo, le decía el médico a la madre, habría sido mucho mejor que muriera, ya que estaba condenado a ser inválido toda la vida, sin la posibilidad de usar sus piernas.

Una vez más el valiente niño tomó una decisión. No sería un inválido; ¡caminaría! Pero desgraciadamente, de la cintura para abajo, no tenía capacidad motriz. Sus delgadas piernas colgaban sin vida.

Finalmente, le dieron el alta. Todos los días, su madre le masajeaba las piernas, pero no había sensación, ni control, nada. No obstante, su determinación de caminar era más fuerte que nunca. 

Cuando no estaba en la cama, estaba confinado a una silla de ruedas. Una mañana soleada, la madre lo llevó al patio para que tomara aire fresco. Ese día en lugar de quedarse sentado, se tiró de la silla. Se impulsó sobre el césped arrastrando las piernas.

Llegó hasta el cerco de postes blancos que rodeaba el jardín de su casa. Con gran esfuerzo, se subió al cerco. Allí, poste por poste, empezó a avanzar por el cerco, decidido a caminar. Empezó a hacer lo mismo todos los días hasta que hizo una pequeña huella junto al cerco.

Nada quería más que darle vida a esas dos piernas.

Por fin, gracias a los fervientes masajes diarios de su madre, su persistencia férrea y su resuelta determinación, desarrolló la capacidad, primero de pararse, luego caminar tambaleándose y finalmente caminar solo y después correr.

Empezó a ir caminando al colegio, después corriendo, por el simple placer de correr. Más adelante, en la universidad, formó parte del equipo de carrera sobre pista.

Y aún después, en el Madison Square Garden, este joven que no tenía esperanzas de que sobreviviera, que nunca caminaría, que nunca tendría la posibilidad de correr, este joven determinado, el Dr. Glenn Cunningham, ¡corrió el kilómetro más veloz del mundo!

viernes, 17 de enero de 2014

PLEGARIA PARA LA TERCERA EDAD


 
Bendice, Señor, a los que tienen comprensión de mis pasos vacilantes y mis manos temblorosas.
Bendice a los que saben que hoy mis oídos van a sufrir para entender a otros.
Bendice los que apartan los ojos, como si no vieran, cuando se me cae el café del desayuno.
Bendice a los que nunca me dicen: es la segunda vez que cuentas lo mismo.
Bendice a los que tiene el don de hacerme evocar los días felices de otros tiempos.
Bendice a los que hacen de mí un ser amado, respetado y no abandonado.
Bendice a los que adivinan que no sé ya cómo encontrar fuerzas para llevar mi cruz.
Bendice a los que endulzan con su amor los días que me quedan de vida, en este viaje hacia la casa del Padre.
 
-"Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;…Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad." Eclesiastés 12:1-8
 
“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.” (2 Corintios 4:16, 17).

jueves, 16 de enero de 2014

La tormenta



Kirby había esperado toda la semana por este día. Él y su mejor amigoAustin habían juntado todo tipo de envases para usar como moldes en su castillo de arena. Hasta habían dibujado un plano. Este año, sabían que podrían ganar el premio por el mejor castillo de arena de su categoría.

Llegaron temprano a la playa y marcaron su área. Se pusieron a
trabajar enseguida. Había niños de todas las edades construyendo
castillos de arena. El de Kirby y Austin adelantaba rápido y se veía
magnífico.

Kirby acabada de volcar el último molde de arena sobre la torre cuando un niño que perseguía a otro, muy robusto, pasó corriendo. Justo cuando el niño grandote llegó al castillo lo saltó, pero el que lo perseguía no tenía piernas tan largas y derrumbó una parte grande. Y lo peor, ambos rieron mientras se alejaban corriendo. Austin estaba atónito, pero Kirby estaba furioso -¡NO…NO…NO! -gritó-. ¿POR QUÉ? -entonces tomó el cubo más grande y
comenzó a derribar el castillo mientras gritaba. Echaba arena a todas partes y en segundos el precioso castillo ya no existía.

-¡Kirby! -le gritó Austin-. Lo podíamos haber arreglado. Oh, ¡qué mal! Austin se alejó.

La mamá de Austin, que los había acompañado a la playa, se acercó y se juntó junto a Kirby.

-Kirby -le dijo-, cuando permites que tu ira ye indique qué hacer,
nadie gana. Tú, menos que nadie. Al final, fuiste tú con tu ira
quien destrozó el castillo, y no esos niños.

Cuando alguien te hace enojar, cuenta hasta diez antes de actuar o
hablar. Pídele a Dios que te ayude a no responder con ira.

La ira en sí daña más que la condición que lo causó. Controla tu ira.

El que es iracundo provoca contiendas; el que es paciente las
apacigua. Proverbios 15:18

miércoles, 15 de enero de 2014

DECIDE HOY

DECIDE HOY

“La peor decisión es la indecisión.” Benjamín Franklin.

¿Eres indeciso? ¿Te cuesta tomar decisiones? ¿Eres de las personas que piensan mucho para tomar una decisión y nunca la toman?

Sabías que la indecisión es una decisión. Cuando la gente elige no tomar una decisión ya ha tomado una.  Así  que debes estar listo para tomar una decisión. La mayoría de las personas no toman decisiones por temor a equivocarse. Todos los días tanto en el hogar, como en la universidad o en la empresa nos enfrentamos a decisiones que debemos tomar.

Una de las historias que comparto con las personas a las cuales entreno es esta: “Todas las mañanas en África, una gacela se despierta. Ella sabe que debe correr más rápido que el león o morirá. Cada mañana un león se despierta. El sabe que debe correr más rápido que la gacela o morirá de hambre. No importa si tú eres un león o una gacela. Cuando sale el sol, es mejor estar listo para la acción.”

Cada día debes estar listo para tomar decisiones. Probablemente te equivoques, pero eso es mejor que quedarse con las ganas de nunca tomarla y preguntarse después ¿Qué hubiese pasado?

El no tomar decisiones es para cobardes, por cierto que Dios dice que los cobardes no heredaran el reino de los cielos. Igual sucede con los indecisos no conquistaran reinos ni ciudades, ni ganaran los tesoros escondidos. La indecisión no te lleva al éxito, te lleva es al fracaso.

Si quieres alcanzar tus sueños tú debes saber que es lo que quieres. Si no sabes lo que quieres vas a vivir en la tierra de la ingratitud, donde solo hay quejas, murmuración y críticas. En la tierra de la ingratitud hay llanto y dolor, mientras que en la tierra de la gratitud hay paz  y gozo.

Tú decides como vivir. Decidir es elegir, y Dios siempre espera que nosotros elijamos. El nos da a decidir entre la vida y la muerte, la bendición o la maldición, la queja o la gratitud. ¿Cuál es tu decisión hoy?

Ahora no es solamente tomar una decisión y elegir, hay que buscar que eso ocurra. Hay que generar las posibilidades, de los imposibles se encarga Dios. Debemos hacer todo lo que este a nuestro alcance para ser las personas que queremos ser.

¿Qué persona quiero ser? ¿Qué matrimonio quiero tener? ¿Qué negocio me gustaría desarrollar? ¿Qué relaciones debo tener? ¿Qué viajes quiero hacer? Y hay otras preguntas sobre las cuales debe tomar decisiones, deje ya de decir no se y enfóquese sobre lo que desea, y actúe inmediatamente.

“La acción tomada no siempre trae la felicidad pero no existe la felicidad sin tomar acción.” Benjamín Disraeli

Comienza hoy a hacer una lista de todas las decisiones que tomarás. Son decisiones que tienen que ver con el ser, el hacer y el tener. Algunas decisiones que puedes hacer hoy:
1.     Seré el amigo que mi esposa necesita.
2.     Tendré buenos amigos.
3.     Haré ejercicios físicos para mantenerme en forma.

Y la lista puede continuar, hay cosas que para ti son importantes. Cuando termines la lista, piensa en las acciones que tienes que tomar para lograr lo que buscas. Hoy es el mejor día para decidir. Toma la decisión de elevarte hacia las alturas.

En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach Personal
info@liderazgocreativo.com
www.liderazgocreativo.com

martes, 14 de enero de 2014

Gracias

“El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor; El Señor se fije en ti y te conceda la paz. Así invocarán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré.”(Números 6, 15-27)

Invocar a Dios, al comenzar el año, es una necesidad del creyente, de quien sabe que todo está en las manos de quien es el Creador, el Redentor, el Santificador.
 
Te conceda su favor
 Contar con el favor de Dios, es contar con su gracia, con el don del Espíritu Santo, Él derrama sus dones para bien común. Nada se recibe para provecho propio, sino para edificación  del Cuerpo de Cristo, para colaborar con el plan de Dios, de llevar a todos a la salvación. Los favores que se reciben del Señor llevan dentro la exigencia de compartirlos, de la solidaridad amorosa a través de gestos de amor y de caridad.
 
Se fije en ti
 De la mirada del Señor sobre cada uno depende el sentimiento de su llamada, la experiencia reconciliadora, la atracción irresistible del seguimiento. Nuestro camino se hace muy difícil si no nos vemos detrás de Él. En cambio, si somos conscientes de que nos precede, todo se puede sufrir. La mayor bendición es haber descubierto la llamada de Dios y seguirla.
 
Te de la paz
 Es el deseo más significativo. Paz con Dios, paz interior, paz social, paz en las familias y en las comunidades. Por la paz se reconoce el sendero de la voluntad divina. Los ángeles, en la noche santa, cantaron: “Gloria Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres a los que tanto ama el Señor”.
 
✮ Que seas el que da la bienvenida con una sonrisa a los que te estrechen tu mano; las manos que extiendas a todo el mundo te bendecirás con su presencia (Lc 7, 36-50).

✮ Que sea tuyo el regalo de la reverencia por todas las cosas creadas. Que te enfrentes con valentía y entusiasmo a la responsabilidad de preservar y cuidar la belleza de la tierra 
(Sir 42, 15; 43, 33).

✮ Que el manantial de la compasión mane profundamente dentro de ti hasta que puedas probar las lágrimas de tus hermanos 
(2Cor 1, 3-7).

✮ Que tu espíritu esté abierto y alerta para descubrir la voluntad de Dios para ti. Que tu oración sea de sabiduría, orientación y profundo entendimiento del camino de Dios para ti
(Lc 1, 26-38)

Que tu vida este año sea un nuevo regalo para Dios.

Fuente: Evangelio Del Dia

lunes, 13 de enero de 2014

Nunca nos conformemos con la mediocridad

Nunca nos conformemos con la mediocridad

Muchos se conforman con la mediocridad, con ella llenan sus vidas, y mediocridad es lo único que obtienen.

Una historia cuenta que un indígena encontró un huevo de águila y lo metió en el nido de una gallina.

El aguilucho creció con los pollitos y pensando que era una gallina, vivió como tal. Picoteaba la tierra en busca de semillas e insectos para comer, cacareaba y aleteaba a unos pocos centímetros del suelo como las gallinas. Después de todo, así vuelan las gallinas. Con el transcurso del tiempo el aguilucho creció. Cierto día vio un pájaro magnifico que volaba entre las nubes. El pájaro planeaba entre las corrientes de aire con gran elegancia, y apenas con un breve aleteo de sus fuertes alas doradas se elevaba hasta las alturas.

 – ¡Qué hermoso pájaro! – dijo, el que creció con las gallinas, a su vecino – ¿Qué es?
 – Es un águila, el rey de todos los pájaros – cacareó el vecino –. Nunca podrás ser como él.

El águila nunca volvió a pensar en el asunto, y murió creyendo que era una gallina.

 A veces las circunstancias de la vida nos llevan a conformarnos con la mediocridad.

Comprometámonos con Dios ahora mismo, para recibir todo lo que Él tiene reservado para nosotros.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Juan 15:7-8

Tomado del libro Conectado con Dios.
Autor: Jim Burns

sábado, 11 de enero de 2014

No Tiene Sustituto

Cuando viniste a este mundo, Ella te sostuvo en sus brazos. Tu se lo agradeciste gritando.

Cuando tenías un 1 año, Ella te alimentaba y te bañaba. Tú se lo agradeciste llorando la noche entera.

Cuando tenías 2 años, Ella te enseñó a caminar. Tú se lo agradeciste huyendo de Ella cuando te llamaba.

Cuando tenías 3 años, Ella te hacía todas las comidas con amor. Tú se lo agradeciste tirando el plato al piso.

Cuando tenías 4 años, Ella te dió unos lápices de colores. Tú se lo agradeciste pintando todas las paredes del comedor.

Cuando tenías 5 años, Ella te vestía para las ocasiones especiales. Tú se lo Agradeciste tirándote y enlodadote a más no poder.

Cuando tenías 6 años, Ella te llevaba a la escuela. Tú se lo agradeciste gritándole: ¡NO VOY A IR!

Cuando tenías 7 años, Ella te regaló una pelota. Tú se lo agradeciste arrojándola contra la ventana del vecino.

Cuando tenías 8 años, Ella te trajo un helado. Tú se lo agradeciste derramándoselo sobre su falda.

Cuando tenías 9 años, Ella té pago unas clases de piano. Tú se lo agradeciste nunca practicando.

Cuando tenías 10 años, Ella te llevaba con el auto a todas partes: al Gimnasio al partido de fútbol, a fiestas de cumpleaños, a otras fiestas.

Tú se lo agradeciste cuando salías del coche y nunca mirabas atrás.

Cuando tenías 11 años, Ella te llevó a ti y a tus amigos a ver una película. Tú se lo agradeciste diciéndole que se sentara en otra fila.

Cuando tenías 12 años, Ella te aconsejó que no miraras ciertos programas. Tú se lo agradeciste esperando que ella se fuera de la casa.

Cuando tenías 13 años, Ella te sugirió un corte de pelo que estaba de moda. Tú se lo agradeciste diciéndole que Ella no tenia gusto.

Cuando tenías 14, Ella té pagó un mes de vacaciones en el campamento de verano. Tú se lo agradeciste olvidándote de escribirle una carta.

Cuando tenías 15, Ella venía de trabajar y quería darte un abrazo. Tú se lo agradeciste cerrando con llave la puerta de tu habitación.

Cuando tenías 16, Ella te enseñó cómo manejar su coche. Tú se lo agradeciste usándoselo todas las veces que podías.

Cuando tenías 17 años, Ella esperaba una llamada importante. Tú se lo agradeciste, hablando por teléfono toda la noche.

Cuando tenías 18, Ella lloró en la fiesta de tu graduación de la escuela. Tú se lo agradeciste estando de fiestas hasta el amanecer.

Cuando tenías 19 años, Ella té pagó la cuota de la universidad, te llevó en coche hasta el campo y cargó tus maletas. Tú se lo agradeciste diciéndole adiós desde fuera del dormitorio, así no te sentirías avergonzado ante tus amigos.

Cuando tenías 20 años, Ella te preguntó si estabas saliendo con alguien. Tú se lo agradeciste diciéndole: “A Ti no te importa eso”

Cuando tenías 21 años, Ella te sugirió algunas carreras para tu futuro. Tú se lo agradeciste diciéndole: “No quiero ser como Tú.”

Cuando tenías 22, Ella te abrazó en la fiesta de graduación de la Universidad. Tú se lo agradeciste diciéndole si te podía pagar un viaje a Europa.

Cuando tenías 23, Ella te dio algunos muebles para tu primer apartamento. Tú se lo agradeciste diciéndoles a tus amigos que los muebles eran feos.

Cuando tenías 24, Ella conoció a tu futura esposa y le preguntó sus planes para el futuro. Tú se lo agradeciste con una mirada feroz y le gritaste “¡Cállate!”.

Cuando tenías 27, Ella te ayudó a pagar los gastos de tu boda y llorando te dijo que te amaba muchísimo. Tú se lo agradeciste mudándote para la otra mitad del país.

Cuando tenías 30, Ella te dio algunos consejos para cuidar al bebé. Tú se lo agradeciste, diciéndole que las cosas son diferentes ahora.

Cuando tenías 40, Ella te llamó para recordarte el cumpleaños de tu Papá. Tú se lo agradeciste diciéndole que estabas muy ocupado.

Cuando tenías 50, Ella se enfermó y necesitó que la cuidaras. Tú se lo agradeciste leyendo sobre la carga que representan los padres hacia los hijos.

De repente, un día…………., Ella silenciosamente MURIOOOO……!!!!.

Y todas las cosas que nunca hiciste cayeron como un trueno. Tomémonos un momento para rendir honor y tributo a la persona que llamamos MAMÁ, aunque algunos no la pueden llamar así de ese modo abiertamente.

No hay sustituto para Ella. Alegra cada momento. Aunque a veces, Ella no parezca la mejor de las amigas, quizás no concuerde con tu forma de pensar, pero aún así…

¡Es tu Madre!

Ella estará allí para ayudarte con tus dolores, tus penas, tus frustraciones.

Pregúntate a ti mismo: ¿Has LIMITADO tu tiempo para estar con Ella, para escuchar sus quejas sobre el trabajo en la cocina, su cansancio?

Sé prudente, generoso y muéstrale el debido respeto, aunque tú pienses diferente de Ella. Una vez que se vaya de este mundo, solamente los recuerdos cariñosos del Ser Que Llamamos Mamá, Solo Eso, Nos Queda.

Bendícela y pide a Dios por ella, porque Dios en su infinita misericordia le dió la dicha de ser Madre y a ti el de tener una Mamá.

Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da. Éxodo 20:12

También se levanta cuando aún es de noche, y da alimento a los de su casa, y tarea a sus doncellas.

Evalúa un campo y lo compra; con sus ganancias planta una viña.

Ella se ciñe de fuerza, y fortalece sus brazos. Proverbios 31:15-17

Fuente: http://www.renuevodeplenitud.com

viernes, 10 de enero de 2014

Nuestros hechos hablan más que nuestras palabras

Nuestros hechos hablan más que todas las palabras que podamos pronunciar.

Cuando nos consideremos verdaderos seguidores de Dios, abramos nuestras vidas ante los ojos de los demás y esta se transformará en un verdadero ejemplo. La buena noticia consiste en que la gente responderá a todas nuestras obras y a nuestra actitud servicial. De hecho, querrán conocer más acerca de nuestro Dios, a medida que nuestra forma de actuar evidencie que nuestra fe se basa en hechos y no en palabras.

Vamos a ver una historia que transmite un importante mensaje:

“Poco tiempo después de que la Segunda Guerra Mundial llegara a su fin, Europa comenzó su reconstrucción. Gran parte del viejo continente había sido arrastrado por la guerra, y estaba en ruinas. No había imagen más penosa que de los pequeños huérfanos hambrientos por las calles de las ciudades destrozadas por la guerra.

Una fría mañana, muy temprano, un soldado estadounidense regresaba al cuartel en Londres, cuando al dar vuelta la esquina con un jeep, vio a un pequeño muchacho con la nariz contra el vidrio de una pastelería. En el interior un cocinero amasaba rosquillas. El muchacho, hambriento, observaba cada movimiento en silencio. El soldado detuvo su jeep y se acercó al muchacho. A través de la ventana empañada podía ver cómo sacaban del horno las apetitosas rosquillas bien calientes. El muchacho se relamía y suspiraba cuando del cocinero las colocaba en la vidriera con sumo cuidado. El soldado sintió compasión por el huérfano y se paró junto a él.

-Hijo… ¿te gustaría comer un poco?

-¡Sí, me gustaría! – respondió el muchacho, un poco asustado. El soldado entró en la pastelería, compró una docena y poniéndosela en una bolsa fue en busca del muchacho, en la fría y neblinosa mañana de Londres. – Aquí tienes – dijo con una sonrisa.

Cuando se dio vuelta para marcharse, sintió que le tiraban del saco.

- Señor… ¿es usted Dios? –preguntó el muchacho.

Nunca nos pareceremos más a Dios que cuando damos.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio..”
 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
I Juan 3:18
Tomado del libro Conectado con Dios.
Autor: Jim Burns

jueves, 9 de enero de 2014

Nuestra actitud marca la diferencia

Había una vez dos hombres, el señor Wilson y el señor Thompson; los dos se encontraban gravemente enfermos en la misma habitación de un hospital, bastante pequeña por cierto, solo había lugar para las dos camas, una puerta que daba a un pasillo y una ventana que se habría al mundo exterior. Como parte de su tratamiento, Wilson debía permanecer sentado en la cama durante una hora todas las tardes, para drenar el líquido de sus pulmones. Su cama se encontraba junto a la ventana. Pero Thompson debía permanecer acostado durante todo el día. Los dos tenían que estar quietos y en silencio, razón por la cual se encontraban en la pequeña habitación. Estaban agradecidos por la paz y la privacidad que había en el lugar, y porque estaban alejados de todo bullicio, los ruidos y las miradas entrometidas habituales en la sala general. Por supuesto, debido a su condición no se les permitía hacer mucho: no podían leer, escuchar radio ni mirar televisión. Debían permanecer quietos y en silencio. Sin embargo, solían charlar durante horas acerca de sus esposas, hijos, hogares, trabajos, pasatiempos, infancia, de lo que habían hecho durante la guerra, y a donde habían ido de vacaciones. Cada tarde, cuando Wilson debía permanecer sentado en la cama durante una hora, como parte de su tratamiento, pasaba el tiempo describiendo lo que podía divisar a través de la ventana. Al escuchar sus comentarios, Thompson comenzaba a vivir aunque más no fuera durante esas horas.

Aparentemente la ventana daba a un parque con un lago, donde los niños alimentaban a los patos y cisnes, veleros de juguetes surcaban la aguas y jóvenes enamorados caminaban tomados de las manos bajo los árboles, podía observarse la magnifica vista de la ciudad. Thompson escuchaba los comentarios de Wilson, y disfrutaba cada instante: “un niño que casi cae al agua, hermosas niñas con su vestidos de verano, un emocionante juego de pelotas o un niño que jugaba con su perrito.” Era como si pudiera ver lo que ocurría afuera. Una tarde en que había una especie de desfile, un pensamiento lo turbó: “¿Por qué Wilson, que se encontraba junto a la ventana, podía disfrutar al ver lo que ocurría afuera? ¿No debería yo tener la misma posibilidad?” Se sitió avergonzado y trató de no pensar en eso, pero cuando más lo intentaba, mayor era su deseo de experimentar un cambio. ¡Algo tenía que hacer! Al cabo de unos pocos días se había llenado de amargura. El debería estar junto a la ventana. Meditaba con cierta melancolía. No podía dormir y aún su salud empeoró gravemente. Los médicos no podían comprender lo que sucedía.

Una noche, mientras Thompson tenía la vista fija en el techo, Wilson despertó de repente, tosía mucho y se ahogaba, los líquidos congestionaban sus pulmones, sus manos buscaban el timbre que traería a la enfermera de noche inmediatamente. Thompson miraba inmóvil. En la oscuridad. Wilson tosía cada vez más. Luego su respiración se detuvo. Pero Thompson siguió con la mirada clavada en el techo.

A la mañana siguiente la enfermera de día que entró en la habitación con agua para bañarlos, encontró a Wilson muerto. Retiraron su cuerpo silenciosamente.

Cuando le pareció apropiado, Thompson solicitó que lo ubicaran junto a la ventana. Así lo hicieron, dejándolo cómodo y sólo para que pudiera descansar. En cuanto las enfermeras se retiraron, con gran esfuerzo y dolor se recostó sobre un codo para mirar a través de la ventana. ¡Solo se veía una pared blanca!

Nuestra actitud frente a la vida es la que marca la diferencia en el mundo: algunas personas encuentran una pared blanca y solo ven pintura seca y descascarada; otras, en cambio, ven hermosas oportunidades y un gran abanico de posibilidades. ¿Cuál es nuestra actitud hoy? En Dios hay esperanza. Con Él tenemos la capacidad para comprender que, aunque las circunstancias que enfrentamos no sean un lecho de rosas, Dios reina en nuestra vida con victoria.

Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca.
Salmo 34:1

 Tomado del libro Conectado con Dios.
Autor: Jim Burn