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domingo, 26 de febrero de 2012

Habituados a Mentir

Habituados a MentirPor Esteban Correa

La verdad nos mantiene en paz, con la conciencia limpia, y sin estrés.
La mentira implica un fraude, un engaño, una injusticia. El que miente a su prójimo esta traicionando su confianza.

La mentira siempre es mentira. Algunos piensan erróneamente que las mentiras tienen ciertos grados de permisividad, y las llaman “mentiras piadosas” o “mentiras blancas”.

Supongamos que Jesús y Pedro estaban en un charla y de repente suena el teléfono y el Señor atiende y dicen – Hola Jesús, Soy Juan, necesito que me pases con Pedro - Pedro lo mira y le hace señas que no le pase, Jesús piensa y le dice a Juan – Salió a pescar -. ¿Te imaginas al Señor mintiendo así? ¡De Ninguna manera! Sin embargo para muchos de nosotros esto puede tratarse de una acto inocente.

Cuando alguien comienza a habituarse a la mentira tiene que engañar a su conciencia, apagando su voz. Pero al ignorar repetidas veces el llamado de la conciencia ésta comienza a entumecerse, como resultado, las siguientes mentiras que digamos no se podrán distinguir entre inocentes o graves, porque la conciencia va perdiendo toda su sensibilidad. La persona habituada a mentir se acostumbra a siempre agregar alguna mentira en sus conversaciones. Es muy difícil volver al hábito de la verdad luego de anular la voz de la conciencia.

Las personas que mienten cotidianamente están expuestas a la maldición, generalmente estas personas se preguntan constantemente por qué no están recibiendo ciertas  bendiciones de Dios, pero la práctica del pecado es como levantar una  barrera que impide el fluir del Espíritu Santo. Nadie que practique el pecado podrá vivir bajo el favor y agrado de Dios. Si quieres recibir todas las bendiciones que Dios tiene para ti comienza a limpiar tu lengua. Proverbios 6:17 nos menciona a la mentira como uno de los actos más aborrecibles para Dios.

Decir la verdad, aunque a veces cueste mucho, es la mejor medicina. Mentir es como querer construir una casa sobre arena movediza, temporalmente parece que todo esta bien, pero de golpe se derrumba y hay que comenzar de nuevo, en cambio decir la verdad es como construir una casa sobre un cimiento sólido, una vez que se termina, queda para siempre. Por eso la biblia nos enseña: “Los labios veraces permanecerán para siempre, Pero la lengua mentirosa, sólo por un momento”.Prov. 12:19

El hábito de decir la verdad en cualquier situación es el camino de Dios. La verdad nos mantiene en paz, con la conciencia limpia, y sin estrés. Según la medicina, el estrés aumenta el riesgo de infarto y una de las causas más comunes de estrés es tener que estar mintiendo todo el tiempo. Los motores de la mentira pueden ser la arrogancia, la envidia y la baja estima. Otras veces la mentira proviene de no querer herir al otro, pero no creamos que hay que mentir para no herir, es necesario decir la verdad con amor. Alguien que recibe mentiras para no ser lastimado, terminará siendo aún  más lastimado cuando se entere de la verdad. La honestidad nos deja a todos un sabor agradable, una sensación de claridad. Recuerda siempre: ”La mentira nos ata y enferma. La verdad es salud y libertad”.

martes, 21 de febrero de 2012

Eres titular, no suplente

Pastor Cesar Castets

Cuando Jesús caminaba por la tierra, ministraba con su vida. Si nosotros entendemos esto y lo aplicamos en nuestra vida diaria, el resultado final será el crecimiento del reino de Dios.



En esta oportunidad quiero hablarte acerca de nuestro propósito y función aquí en la tierra.

Jesús fue enviado a esta tierra por nuestro Padre Dios, para que todos pudiéramos entender el amor que Él tiene por nosotros. Para que Dios pudiera comunicarse con el ser humano tenía que hacerlo de una manera especial, es por esto que envió desde el cielo a su hijo Jesús.

Dios es espíritu, y todos sabemos que los espíritus no se ven. En este momento estás rodeado por ángeles de Dios que te están cuidando y no los ves, pero están. Los espíritus no tienen cuerpo visible, entonces Dios se preguntó "¿Cómo hago para hablarle al ser humano?"

Por este motivo apareció Jesús: Dios hizo que su hijo naciera en un pesebre, que viviera con sus padres María y José, y creciera como cualquier otro niño.

Lo que quiero que entiendas es que la imagen de nuestro Dios invisible, de nuestro Dios espíritu hace mas de dos mil años atrás era JESUS. Tuvo una vida normal como cualquier otra persona de este mundo, hasta que llegó a los 30 años y empezó su ministerio, predicando durante tres años. Pasado ese tiempo lo cuelgan en una cruz, muere por nosotros, se lleva todos nuestros pecados y ese cuerpo lo entierran en un sepulcro, pero al tercer día resucita. Después Jesús se les aparece dos o tres veces más a los discípulos, y luego nunca más. La imagen visible que teníamos de Dios, de nuestro Salvador, nuestra única esperanza ¡desaparece! ¿Dónde está ahora? Dice la Biblia que está sentado a la diestra de Dios Padre.

¡Y nosotros aquí en la tierra nos quedamos sin Jesús! Nos quedamos sin una imagen visible de nuestro Dios, perdimos lo único que nos conectaba con Él de manera directa, es por esto que a la gente le cuesta mucho creer en algo que no ven. Pero tengo una buena noticia: hay una imagen visible y real de Dios aquí en la tierra, y esa imagen eres tu y somos todos sus hijos.

Quiero que te imagines un partido de futbol, en el equipo ganador está Jesús como goleador, Él tiene todos los premios al mejor jugador del mundo, muchos más de los que pueda tener Messi, está jugando un partido importantísimo, pero el DT del equipo decide que tiene que salir de la cancha, mira hacia el banco suplente, y en ese banco estamos tu y yo, los suplentes de Jesús, preparados y ansiosos por entrar en la cancha. Sale Jesús, y entramos nosotros. El partido continua, tu y yo somos el reemplazo del cuerpo de Jesús aquí en la tierra: la Biblia dice en Colosenses 1.15 que "Él (Jesús) es la imagen del Dios invisible", y luego dice en Efesios 1.23 "La iglesia (nosotros), la cual es su cuerpo…".

La iglesia es el cuerpo de Cristo, no es el edificio de cuatro paredes y un techo al que vas todos los domingos: el cuerpo de Cristo, que es la iglesia, somos nosotros sus hijos. Jesús hombre ya no está, pero Dios que es perfecto tenía el plan justo para esa situación: dejó un representante suplente de él. Estábamos en el banco, viendo como Jesús jugaba el partido, pero un día entramos en la cancha a reemplazarlo. Nosotros somos la imagen visible del Dios invisible. Somos el reemplazo de Jesús.

Cuando Jesús caminaba por la tierra, ministraba con su vida. Si nosotros entendemos esto y lo aplicamos en nuestra vida diaria, el resultado final será el crecimiento del reino de Dios, y por ende el avivamiento que estamos esperando.

Tenemos que ser como Jesús:

Cuando él ponía sus manos sobre los enfermos, se sanaban. Tus manos son como sus manos, cada persona que ministres recibirá la sanidad que está esperando.

Cuando Jesús predicaba por las aldeas, la gente lo seguía a todas partes. Tus pies son los pies de Cristo, donde vayas y pises llevaras bendición y prosperidad.

Cuando Jesús predicaba y hablaba con sus labios, la gente lo escuchaba atentamente. Tu lengua y tus labios son como los de Cristo, cada palabra de fe que salga de tu boca abrirá nuevas puertas de bendición.

Dios quiere que tu cuerpo sea usado como lo fue el cuerpo de Jesús. Sos el envase del Espíritu Santo, Dios va a llevarte a lugares donde antes no podías entrar, abrirá nuevas puertas y tu sola presencia va demostrar que donde estés tu, también está Dios. Donde vayas, la presencia de Dios se va a manifestar. Es tiempo de entrar en la cancha, de dejar el banco de suplentes y ser el mejor jugador, dentro tuyo corre la sangre del campeón, del mejor jugador que existió en la historia, tenés todos los partidos ganados, eres mas que vencedor y la victoria te pertenece

sábado, 4 de febrero de 2012

No Hay Amor Sin Dolor… No Hay Crecimiento Sin Dolor

Ella me dijo con angustia del alma.  Yo amó demasiado, pero no entiendo porque si amo de esa manera siento tanto dolor. Le dije:  Bienvenida al Club de los enamorados. Todo amor va tomado de la mano con el dolor. Jesús nos amó de tal manera que terminó por ese amor clavado en la Cruz del Calvario por nosotros. Recuerda si no hay dolor no ganamos.
El deportista te lo puede decir que para tener una victoria primero necesita sentir el dolor en sus músculos y una madre te dirá el dolor del parto antes de disfrutar la Victoria de tener un hijo en sus brazos.
“Dios susurra y habla a la conciencia a través del placer pero le grita mediante el dolor: el dolor es su megáfono para despertar a un mundo adormecido”.
Clive Staples Lewis (1898-1963) Escritor británico.
El dolor es una realidad inevitable de la vida.  Podemos aceptar el dolor y crecer en la vida a través de el. Si corremos en la vida huyendo del dolor a la final terminaremos eliminando los sanos placeres de la vida, ya que el dolor da a luz los mejores y sanos placer de la vida.
Recuerdas la última vez que tuviste que limitarte por un yeso en tu pierna? Que dolor sentirse limitado, pero luego…muy luego tuviste el placer sano de volver a correr.
La clave en la vida no está en evitar, huir o eliminar el dolor de la vida, porque eso es imposible, pero si podemos ver un mejor camino…el camino de aceptar, crecer y madurar en medio del dolor.
“El dolor es, él mismo, una medicina”  William Cowper (1731-1800) Poeta británico.
Qué es en un última instancia el dolor? En simplemente el precio que se paga por el placer. Es el precio que paga el estudiante pasando noche enteras preparándose para tener el placer de la graduación, es el precio que se paga  construyendo una buena relación para tener un buen matrimonio, es el precio de la madre en el parto para tener a su hijo cerca de su corazón. Lo más que pagamos (dolor) lo más que valoramos lo que ganamos y logramos.
Vivimos en un mundo instantáneo donde nadie quiere pagar el precio del dolor. Hoy se pueden obtener títulos sin estudiar, cosas sin pagar y hasta hijos sin engendrar, pero todos sabemos que el placer no es el mismo.
Decadencia de la vida es perseguir la comodidad sin ningún precio por pagar. Cuando un ser humano, una familia o una sociedad busca el placer, la comodidad y la vida sin dolor sabemos que se está tomando el camino peligroso y la vida sin raíces.  Muchos imperios mundiales cayeron por que buscaron la comodidad sin pagar el precio y se abrieron a la decadencia de ellos mismos.
“El verdadero dolor, el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor.  Fiodor Dostoievski (1821-1881) Novelista ruso.
Muchos evitan el dolor por el temor.  Conocí a ese hombre quién  por 20 años se negó a visitar un odontólogo por temor al dolor. A menudo el temor al dolor es peor que el dolor mismo. El dolor de una inyección puede ser de solo segundos pero tener temor al dolor puede alargarse por horas.
La verdad es que cuando evitamos pagar el precio del dolor olvidamos que siempre, tarde que temprano tenemos que pagar el precio, pero cuando yo lo prolongo, lo pago con intereses.
El dolor es pasajero, pero los resultados pueden ser eternos.
“Toda ciencia viene del dolor. El dolor busca siempre la causa de las cosas, mientras que el bienestar se inclina a estar quieto y a no volver la mirada atrás”. Stefan Zweig (1881-1942) Escritor austriaco.
Dios nos creó como seres humanos no como robots. Los robots no sienten ningún dolor, pero los seres humanos si.  La belleza del dolor no solo está en lo que logramos después del dolor sino en la compañía eterna de Dios, quién está a nuestro lado para consolarnos, fortalecernos y darnos de su Espíritu. Una de la herramientas que Dios usa para hacernos crecer es la riqueza del dolor que nos impulsa vencer nuestra limitaciones y a reparar nuestras almas.
“porque no menospreció ni rechazó el dolor del afligido, ni de él escondió su rostro, sino que cuando clamó a él, lo escuchó”.  Salmo 22:24
“El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor; ablandará su cama en la enfermedad”.  Salmo 41:3
Vivimos cada día en una encrucijada para escoger entre la vida y la muerte, la libertad o la esclavitud, la realidad o el escapismo y esa decisión siempre lleva implícito el dolor.
“El dolor siempre cumple lo que promete”.Germaine de Staël (1766-1817) Escritora e intelectual francesa.
Esfuerzo es un proceso de la vida por donde todos tenemos que ir y ese esfuerzo implica dolor. Tenemos muchas lecciones cruciales que aprender, conflictos que resolver y metas que alcanzar pero nada de eso está exento del dolor…es el dolor de crecer…el dolor de madurar…el dolor de triunfar y el dolor de morir para poder vivir.
Si nunca saltamos al río…jamás llegaremos a la otra orilla.
No más quejas ni lamentos por el dolor que sentimos, pongamos la mirada en la meta para no perder los minutos en el dolor que sentimos en las piernas al correr.
Aprendamos a aceptar el dolor de enfrentar la realidad y así encontrar la verdad de nuestra vida. No le temas más al dolor y véalo como el canal del crecimiento de tu vida interior.
Hay una herencia infinita que crece como una dulce planta en nuestro ser interior…esa planta duele cuando crece como le duele al gusano el liberarse del capullo para luego tener el placer de volar como una mariposa.
“El signo más evidente de que se ha encontrado la verdad es la paz interior”.
Amado Nervo (1870-1919) Poeta, novelista y ensayista mexicano.
La semilla que cae a tierra, la humedad la pudre y quebranta su corteza y entonces la vida surge.  El dolor de tu vida está quebrantando la dureza del alma para liberar la vida de Dios dentro de ti.
Comienza a alabar a Dios, mira la grandeza de su amor, por tu mirada en la bola, no en el dolor de tus piernas y avanza con firmeza al aro para lanzar la bola y anotar los puntos finales del campeonato de tu vida y entonces..solo entonces tendrás el placer de tener el trofeo en tus manos.
Que Dios te sostenga hasta llegar a la meta.
Dr. Serafín Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com