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sábado, 31 de julio de 2010

¿Lloras por el mundo?

¿Lloras por el mundo?
¿Recuerdas cuando estabas solo y sin el Señor, y parecía no existir amor ni esperanza? ¡Eso debería quebrarte el corazón, hacerte orar e impulsarte a hacer todo lo posible por llevarles a los demás la solución: Jesús y Su amor!

¡Debes escuchar el clamor del mundo! ¡Amar es llorar con ellos, sufrir con los que sufren y sentir dolor con aquellos que tienen el corazón destrozado! Jesús lloró por la multitud. Estaba cansado, pero al ver la multitud sintió compasión de ellos. ¡Le dieron lástima, tuvo que hacer algo por ellos, tuvo que ayudarlos! (Mar.6:31-34)

Señor, haz que seamos como Tú quieres, una verdadera bendición, para ayudar a las almas solitarias, desamparadas y desesperadas que necesitan Tu amor. La Salvación que Tú das trae alegría, amor y el bálsamo curativo que limpia todo corazón, sana toda herida y quita toda mancha. ¡Ayúdanos a llegar a ellos, Señor, con Tu precioso amor y las buenas nuevas de la felicidad y el amor que duran para siempre! Conmuévenos, Señor, haznos más tiernos y compasivos; haz que anhelemos ayudar a los demás, animarlos y asistirlos, sanarlos y alentarlos. En el nombre de Jesús, lo pedimos para Tu gloria. ¡Amén!

jueves, 29 de julio de 2010

Aferrémonos a la esperanza

Aferrémonos a la esperanza

¿Alguna vez nos hemos sentidos fracasados? Hay personas que consideran que la vida de Jesús fue un fracaso. Jesús nació en un lugar humilde, fue un carpintero solitario la mayor parte de su vida, viajó como predicador itinerante durante tres años. Durante esos años de esfuerzo pocos fueron sus discípulos, y no tuvo un número considerable de seguidores. Murió en el oprobio, crucificado junto a dos presos comunes. Si este fuera el final de la historia, todos consideraríamos que su vida fue un fracaso.

¡Pero la historia no concluye aquí, porque al tercer día Jesús resucitó de los muertos, ascendió al cielo y ahora está sentado a la diestra del Padre!

Si nos sentimos fracasados, estamos en buena compañía. Abraham Lincoln tuvo más fracasos que victorias. Detengámonos por un instante y leamos algunos aspectos de su vida:

  • Creció en una granja, aislado del mundo. Recibió un año de educación formal. En sus primeros años apenas tuvo acceso a unos pocos libros.
  • En 1832 perdió no solo el trabajo, también perdió en las elecciones para ocupar un cargo en el Congreso en el Estado de Illinois.
  • En 1833 fracasó en los negocios.
  • En 1834 fue elegido para ocupar un cargo en el Congreso; pero en 1835 murió su novia y en 1836 sufrió una crisis nerviosa.
  • En 1838 perdió la nominación para presidente de la Cámara de Representantes, y en 1843 perdió la nominación para el Congreso.
  • En 1846 fue electo para ocupar un cargo en el Congreso, pero en 1848 perdió la segunda nominación.
  • En 1849 se rechazó su nombramiento como funcionario del gobierno federal encargado de la administración de los territorios, y en 1854 perdió la nominación para el senado.
  • En 1856 perdió la nominación para la vicepresidencia, y en 1858 perdió nuevamente la nominación para el senado.

¿Consideramos que la vida de Lincoln fue un fracaso? ¡En absoluto!

Fue uno de los presidentes más importantes en la historia de los Estados Unidos.

Cuando pensemos en la palabra fracaso, no se puede evitar asociarla con perseverancia. ¡Perseverar significa aferrarse a, permanecer, arremeter, esforzarse por seguir adelante! Todos debemos mantener los ojos puestos en Jesús y caminar con Él. Podemos mantener la seguridad. Sigamos adelante; al final del túnel encontraremos la luz, la luz del amor de Dios.

Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.
Filipenses 1:6
Versión N.V.I. 

 Tomado del libro Conectado con Dios.
Autor: Jim Burns

martes, 27 de julio de 2010

¡Sólo Jesús te puede salvar!

¡Sólo Jesús te puede salvar!

Hay quien pregunta: "¿Por qué tenemos que meter a Jesús en el asunto? ¿Por qué tenemos que usar ese nombre? ¿Por qué no se puede decir simplemente Dios, hablar del amor de Dios y buscar la salvación en Su nombre?" ¡La respuesta es muy sencilla! ¡Es que ésas son las condiciones que Dios ha fijado!

"¡Hay un solo Mediador entre Dios y el hombre, Jesucristo hombre!" Y "no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos." Y Jesús mismo dijo: "¡Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie viene al Padre sino por Mí!" (1Tim.2:5; Hch.4:12; Jn.14:6)

¿Y qué me dices de los judíos, los musulmanes, los hindúes, los budistas, los humanistas y el resto del mundo? ¿Se pueden salvar? ¡Claro, todos se pueden salvar, independientemente de cuál sea su religión! ¡Incluso aunque no tengan religión! ¡Pero sólo mediante Jesús! ¡Nadie entra en el cielo de otra manera! (Jn.10:7-9) ¡No hay más vuelta que darle! O Jesús dijo la verdad y es el único camino para llegar a Dios y al cielo y salvarse, o no es así. ¿Qué crees tú?

"¡Sobre Jesús, la Roca, estoy; de arena otros suelos son!" ¿Confías en que Jesús te salvará?

domingo, 25 de julio de 2010

No estamos lejos de aprender

No estamos lejos de aprender

Un niño parcialmente sordo volvió a su casa después de la escuela. En sus manos traía una nota. Era una nota de las autoridades de la escuela, sugiriéndoles a sus padres que lo sacaran de la misma. De acuerdo con estas sabias autoridades, este niño era “demasiado estéril e improductivo como para aprender”.

Luego de leer esta nota la madre del niño señaló: Mi hijo Tom no es demasiado estéril ni improductivo como para aprender. Le enseñaré yo misma. Y eso fue lo que hizo.

Muchos años más tarde Tom falleció, muchos norteamericanos le rindieron tributo apagando las luces durante un minuto. Era un tributo digno y adecuado para Thomas Alva Edison, que había inventado la bombilla eléctrica, el cine y el fonógrafo. Patentó miles de inventos. También tenía el don de dar palabras motivadoras y poderosas.

Ni nosotros ni nadie con los que trabajamos están lejos de aprender. Nadie está más allá de descubrir nuevos caminos para expresar talento, entusiasmo, creatividad y amor. Nadie está exento de recibir afecto y aliento.

Nunca abandonemos las cosas buenas que hacemos, no importa lo que digan los demás. Perseveremos y alentemos a los otros para que sigan su curso también. Nuestro Padre celestial no nos ha abandonado a ninguno de nosotros jamás. Y nunca lo hará.

 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Efesios 2:10 
 Tomado del Libro -El libro devocionario de Dios para el centro de Trabajo Por Editorial Unilit

viernes, 23 de julio de 2010

Nunca Es Tarde Para Amar

Nunca Es Tarde Para Amar

Algo tan sencillo como el amor a Dios y a los demás puede resolver todos nuestros problemas! Su amor es la solución a todo: salva almas, perdona pecados, satisface corazones, purifica mentes, redime cuerpos, gana amigos, ¡y hace que la vida valga la pena! Puede superar cualquier dificultad, diferencia, debilidad, defecto, fracaso, falta, pecado u obstáculo. ¡Es la única Verdad, el único Camino y la única Paz!

El amor tiene incluso poder creativo, porque Dios es amor, y Él es el Creador! (1Juan 4:8) Su amor puede transformar vidas arruinadas en hijos e hijas de Dios maravillosos, productivos, felices, afectuosos y radiantes. ¡Puede hacer cualquier cosa! ¡Nada puede resistirse al poder del amor! Todo lo que toca, lo transforma. Lo cambia todo. ¡Es hermoso! ¡No tiene igual! Puede cambiarlo todo, curar todas las enfermedades, limpiar todas las manchas. ¡Es todopoderoso!

El amor no conoce horas ni días. ¡El amor siempre es! ¡Porque el amor es Dios, y Dios siempre es! Es como una corriente, como un río que fluye constantemente, pase lo que pase, debido al rocío del Cielo, ¡Jesús! "¡Ah, amor, por fin te he hallado! ¡En mi corazón hay una canción! ¡Soñé con amor en el pasado, te había esperado con tanta ilusión! ¡Ah, eterno amor, por fin te he hallado!"

miércoles, 21 de julio de 2010

Nuestros hechos hablan más que nuestras palabras

Nuestros hechos hablan más que nuestras palabras

Nuestros hechos hablan más que todas las palabras que podamos pronunciar.

Cuando nos consideremos verdaderos seguidores de Dios, abramos nuestras vidas ante los ojos de los demás y esta se transformará en un verdadero ejemplo. La buena noticia consiste en que la gente responderá a todas nuestras obras y a nuestra actitud servicial. De hecho, querrán conocer más acerca de nuestro Dios, a medida que nuestra forma de actuar evidencie que nuestra fe se basa en hechos y no en palabras.

Vamos a ver una historia que transmite un importante mensaje:

“Poco tiempo después de que la Segunda Guerra Mundial llegara a su fin, Europa comenzó su reconstrucción. Gran parte del viejo continente había sido arrastrado por la guerra, y estaba en ruinas. No había imagen más penosa que de los pequeños huérfanos hambrientos por las calles de las ciudades destrozadas por la guerra.

Una fría mañana, muy temprano, un soldado estadounidense regresaba al cuartel en Londres, cuando al dar vuelta la esquina con un jeep, vio a un pequeño muchacho con la nariz contra el vidrio de una pastelería. En el interior un cocinero amasaba rosquillas. El muchacho, hambriento, observaba cada movimiento en silencio. El soldado detuvo su jeep y se acercó al muchacho. A través de la ventana empañada podía ver cómo sacaban del horno las apetitosas rosquillas bien calientes. El muchacho se relamía y suspiraba cuando del cocinero las colocaba en la vidriera con sumo cuidado. El soldado sintió compasión por el huérfano y se paró junto a él.

-Hijo… ¿te gustaría comer un poco?

-¡Sí, me gustaría! – respondió el muchacho, un poco asustado. El soldado entró en la pastelería, compró una docena y poniéndosela en una bolsa fue en busca del muchacho, en la fría y neblinosa mañana de Londres. – Aquí tienes – dijo con una sonrisa.

Cuando se dio vuelta para marcharse, sintió que le tiraban del saco.

- Señor… ¿es usted Dios? –preguntó el muchacho.

Nunca nos pareceremos más a Dios que cuando damos.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio..”

 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
I Juan 3:18

Tomado del libro Conectado con Dios.
Autor: Jim Burns

lunes, 19 de julio de 2010

No Tiene Sustituto

No Tiene Sustituto

Cuando viniste a este mundo, Ella te sostuvo en sus brazos. Tu se lo agradeciste gritando.

Cuando tenías un 1 año, Ella te alimentaba y te bañaba. Tú se lo agradeciste llorando la noche entera.

Cuando tenías 2 años, Ella te enseñó a caminar. Tú se lo agradeciste huyendo de Ella cuando te llamaba.

Cuando tenías 3 años, Ella te hacía todas las comidas con amor. Tú se lo agradeciste tirando el plato al piso.

Cuando tenías 4 años, Ella te dió unos lápices de colores. Tú se lo agradeciste pintando todas las paredes del comedor.

Cuando tenías 5 años, Ella te vestía para las ocasiones especiales. Tú se lo Agradeciste tirándote y enlodadote a más no poder.

Cuando tenías 6 años, Ella te llevaba a la escuela. Tú se lo agradeciste gritándole: ¡NO VOY A IR!

Cuando tenías 7 años, Ella te regaló una pelota. Tú se lo agradeciste arrojándola contra la ventana del vecino.

Cuando tenías 8 años, Ella te trajo un helado. Tú se lo agradeciste derramándoselo sobre su falda.

Cuando tenías 9 años, Ella té pago unas clases de piano. Tú se lo agradeciste nunca practicando.

Cuando tenías 10 años, Ella te llevaba con el auto a todas partes: al Gimnasio al partido de fútbol, a fiestas de cumpleaños, a otras fiestas.

Tú se lo agradeciste cuando salías del coche y nunca mirabas atrás.

Cuando tenías 11 años, Ella te llevó a ti y a tus amigos a ver una película. Tú se lo agradeciste diciéndole que se sentara en otra fila.

Cuando tenías 12 años, Ella te aconsejó que no miraras ciertos programas. Tú se lo agradeciste esperando que ella se fuera de la casa.

Cuando tenías 13 años, Ella te sugirió un corte de pelo que estaba de moda. Tú se lo agradeciste diciéndole que Ella no tenia gusto.

Cuando tenías 14, Ella té pagó un mes de vacaciones en el campamento de verano. Tú se lo agradeciste olvidándote de escribirle una carta.

Cuando tenías 15, Ella venía de trabajar y quería darte un abrazo. Tú se lo agradeciste cerrando con llave la puerta de tu habitación.

Cuando tenías 16, Ella te enseñó cómo manejar su coche. Tú se lo agradeciste usándoselo todas las veces que podías.

Cuando tenías 17 años, Ella esperaba una llamada importante. Tú se lo agradeciste, hablando por teléfono toda la noche.

Cuando tenías 18, Ella lloró en la fiesta de tu graduación de la escuela. Tú se lo agradeciste estando de fiestas hasta el amanecer.

Cuando tenías 19 años, Ella té pagó la cuota de la universidad, te llevó en coche hasta el campo y cargó tus maletas. Tú se lo agradeciste diciéndole adiós desde fuera del dormitorio, así no te sentirías avergonzado ante tus amigos.

Cuando tenías 20 años, Ella te preguntó si estabas saliendo con alguien. Tú se lo agradeciste diciéndole: “A Ti no te importa eso”

Cuando tenías 21 años, Ella te sugirió algunas carreras para tu futuro. Tú se lo agradeciste diciéndole: “No quiero ser como Tú.”

Cuando tenías 22, Ella te abrazó en la fiesta de graduación de la Universidad. Tú se lo agradeciste diciéndole si te podía pagar un viaje a Europa.

Cuando tenías 23, Ella te dio algunos muebles para tu primer apartamento. Tú se lo agradeciste diciéndoles a tus amigos que los muebles eran feos.

Cuando tenías 24, Ella conoció a tu futura esposa y le preguntó sus planes para el futuro. Tú se lo agradeciste con una mirada feroz y le gritaste “¡Cállate!”.

Cuando tenías 27, Ella te ayudó a pagar los gastos de tu boda y llorando te dijo que te amaba muchísimo. Tú se lo agradeciste mudándote para la otra mitad del país.

Cuando tenías 30, Ella te dio algunos consejos para cuidar al bebé. Tú se lo agradeciste, diciéndole que las cosas son diferentes ahora.

Cuando tenías 40, Ella te llamó para recordarte el cumpleaños de tu Papá. Tú se lo agradeciste diciéndole que estabas muy ocupado.

Cuando tenías 50, Ella se enfermó y necesitó que la cuidaras. Tú se lo agradeciste leyendo sobre la carga que representan los padres hacia los hijos.

De repente, un día…………., Ella silenciosamente MURIOOOO……!!!!.

Y todas las cosas que nunca hiciste cayeron como un trueno. Tomémonos un momento para rendir honor y tributo a la persona que llamamos MAMÁ, aunque algunos no la pueden llamar así de ese modo abiertamente.

No hay sustituto para Ella. Alegra cada momento. Aunque a veces, Ella no parezca la mejor de las amigas, quizás no concuerde con tu forma de pensar, pero aún así…

¡Es tu Madre!

Ella estará allí para ayudarte con tus dolores, tus penas, tus frustraciones.

Pregúntate a ti mismo: ¿Has LIMITADO tu tiempo para estar con Ella, para escuchar sus quejas sobre el trabajo en la cocina, su cansancio?

Sé prudente, generoso y muéstrale el debido respeto, aunque tú pienses diferente de Ella. Una vez que se vaya de este mundo, solamente los recuerdos cariñosos del Ser Que Llamamos Mamá, Solo Eso, Nos Queda.

Bendícela y pide a Dios por ella, porque Dios en su infinita misericordia le dió la dicha de ser Madre y a ti el de tener una Mamá.

Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da. Éxodo 20:12

También se levanta cuando aún es de noche, y da alimento a los de su casa, y tarea a sus doncellas.

Evalúa un campo y lo compra; con sus ganancias planta una viña.

Ella se ciñe de fuerza, y fortalece sus brazos. Proverbios 31:15-17

sábado, 17 de julio de 2010

Nuestra actitud marca la diferencia

Nuestra actitud marca la diferencia

Había una vez dos hombres, el señor Wilson y el señor Thompson; los dos se encontraban gravemente enfermos en la misma habitación de un hospital, bastante pequeña por cierto, solo había lugar para las dos camas, una puerta que daba a un pasillo y una ventana que se habría al mundo exterior. Como parte de su tratamiento, Wilson debía permanecer sentado en la cama durante una hora todas las tardes, para drenar el líquido de sus pulmones. Su cama se encontraba junto a la ventana. Pero Thompson debía permanecer acostado durante todo el día. Los dos tenían que estar quietos y en silencio, razón por la cual se encontraban en la pequeña habitación. Estaban agradecidos por la paz y la privacidad que había en el lugar, y porque estaban alejados de todo bullicio, los ruidos y las miradas entrometidas habituales en la sala general. Por supuesto, debido a su condición no se les permitía hacer mucho: no podían leer, escuchar radio ni mirar televisión. Debían permanecer quietos y en silencio. Sin embargo, solían charlar durante horas acerca de sus esposas, hijos, hogares, trabajos, pasatiempos, infancia, de lo que habían hecho durante la guerra, y a donde habían ido de vacaciones. Cada tarde, cuando Wilson debía permanecer sentado en la cama durante una hora, como parte de su tratamiento, pasaba el tiempo describiendo lo que podía divisar a través de la ventana. Al escuchar sus comentarios, Thompson comenzaba a vivir aunque más no fuera durante esas horas.

Aparentemente la ventana daba a un parque con un lago, donde los niños alimentaban a los patos y cisnes, veleros de juguetes surcaban la aguas y jóvenes enamorados caminaban tomados de las manos bajo los árboles, podía observarse la magnifica vista de la ciudad. Thompson escuchaba los comentarios de Wilson, y disfrutaba cada instante: “un niño que casi cae al agua, hermosas niñas con su vestidos de verano, un emocionante juego de pelotas o un niño que jugaba con su perrito.” Era como si pudiera ver lo que ocurría afuera. Una tarde en que había una especie de desfile, un pensamiento lo turbó: “¿Por qué Wilson, que se encontraba junto a la ventana, podía disfrutar al ver lo que ocurría afuera? ¿No debería yo tener la misma posibilidad?” Se sitió avergonzado y trató de no pensar en eso, pero cuando más lo intentaba, mayor era su deseo de experimentar un cambio. ¡Algo tenía que hacer! Al cabo de unos pocos días se había llenado de amargura. El debería estar junto a la ventana. Meditaba con cierta melancolía. No podía dormir y aún su salud empeoró gravemente. Los médicos no podían comprender lo que sucedía.

Una noche, mientras Thompson tenía la vista fija en el techo, Wilson despertó de repente, tosía mucho y se ahogaba, los líquidos congestionaban sus pulmones, sus manos buscaban el timbre que traería a la enfermera de noche inmediatamente. Thompson miraba inmóvil. En la oscuridad. Wilson tosía cada vez más. Luego su respiración se detuvo. Pero Thompson siguió con la mirada clavada en el techo.

A la mañana siguiente la enfermera de día que entró en la habitación con agua para bañarlos, encontró a Wilson muerto. Retiraron su cuerpo silenciosamente.

Cuando le pareció apropiado, Thompson solicitó que lo ubicaran junto a la ventana. Así lo hicieron, dejándolo cómodo y sólo para que pudiera descansar. En cuanto las enfermeras se retiraron, con gran esfuerzo y dolor se recostó sobre un codo para mirar a través de la ventana. ¡Solo se veía una pared blanca!

Nuestra actitud frente a la vida es la que marca la diferencia en el mundo: algunas personas encuentran una pared blanca y solo ven pintura seca y descascarada; otras, en cambio, ven hermosas oportunidades y un gran abanico de posibilidades. ¿Cuál es nuestra actitud hoy? En Dios hay esperanza. Con Él tenemos la capacidad para comprender que, aunque las circunstancias que enfrentamos no sean un lecho de rosas, Dios reina en nuestra vida con victoria.

Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca.
Salmo 34:1

 Tomado del libro Conectado con Dios.
Autor: Jim Burn

jueves, 15 de julio de 2010

Nunca nos conformemos con la mediocridad

Nunca nos conformemos con la mediocridad

Muchos se conforman con la mediocridad, con ella llenan sus vidas, y mediocridad es lo único que obtienen.

Una historia cuenta que un indígena encontró un huevo de águila y lo metió en el nido de una gallina.

El aguilucho creció con los pollitos y pensando que era una gallina, vivió como tal. Picoteaba la tierra en busca de semillas e insectos para comer, cacareaba y aleteaba a unos pocos centímetros del suelo como las gallinas. Después de todo, así vuelan las gallinas. Con el transcurso del tiempo el aguilucho creció. Cierto día vio un pájaro magnifico que volaba entre las nubes. El pájaro planeaba entre las corrientes de aire con gran elegancia, y apenas con un breve aleteo de sus fuertes alas doradas se elevaba hasta las alturas.

 – ¡Qué hermoso pájaro! – dijo, el que creció con las gallinas, a su vecino – ¿Qué es?
 – Es un águila, el rey de todos los pájaros – cacareó el vecino –. Nunca podrás ser como él.

El águila nunca volvió a pensar en el asunto, y murió creyendo que era una gallina.

 A veces las circunstancias de la vida nos llevan a conformarnos con la mediocridad.

Comprometámonos con Dios ahora mismo, para recibir todo lo que Él tiene reservado para nosotros.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Juan 15:7-8

Tomado del libro Conectado con Dios.
Autor: Jim Burns

martes, 13 de julio de 2010

DECIDE HOY

DECIDE HOY

“La peor decisión es la indecisión.” Benjamín Franklin.

¿Eres indeciso? ¿Te cuesta tomar decisiones? ¿Eres de las personas que piensan mucho para tomar una decisión y nunca la toman?

Sabías que la indecisión es una decisión. Cuando la gente elige no tomar una decisión ya ha tomado una.  Así  que debes estar listo para tomar una decisión. La mayoría de las personas no toman decisiones por temor a equivocarse. Todos los días tanto en el hogar, como en la universidad o en la empresa nos enfrentamos a decisiones que debemos tomar.

Una de las historias que comparto con las personas a las cuales entreno es esta: “Todas las mañanas en África, una gacela se despierta. Ella sabe que debe correr más rápido que el león o morirá. Cada mañana un león se despierta. El sabe que debe correr más rápido que la gacela o morirá de hambre. No importa si tú eres un león o una gacela. Cuando sale el sol, es mejor estar listo para la acción.”

Cada día debes estar listo para tomar decisiones. Probablemente te equivoques, pero eso es mejor que quedarse con las ganas de nunca tomarla y preguntarse después ¿Qué hubiese pasado?

El no tomar decisiones es para cobardes, por cierto que Dios dice que los cobardes no heredaran el reino de los cielos. Igual sucede con los indecisos no conquistaran reinos ni ciudades, ni ganaran los tesoros escondidos. La indecisión no te lleva al éxito, te lleva es al fracaso.

Si quieres alcanzar tus sueños tú debes saber que es lo que quieres. Si no sabes lo que quieres vas a vivir en la tierra de la ingratitud, donde solo hay quejas, murmuración y críticas. En la tierra de la ingratitud hay llanto y dolor, mientras que en la tierra de la gratitud hay paz  y gozo.

Tú decides como vivir. Decidir es elegir, y Dios siempre espera que nosotros elijamos. El nos da a decidir entre la vida y la muerte, la bendición o la maldición, la queja o la gratitud. ¿Cuál es tu decisión hoy?

Ahora no es solamente tomar una decisión y elegir, hay que buscar que eso ocurra. Hay que generar las posibilidades, de los imposibles se encarga Dios. Debemos hacer todo lo que este a nuestro alcance para ser las personas que queremos ser.

¿Qué persona quiero ser? ¿Qué matrimonio quiero tener? ¿Qué negocio me gustaría desarrollar? ¿Qué relaciones debo tener? ¿Qué viajes quiero hacer? Y hay otras preguntas sobre las cuales debe tomar decisiones, deje ya de decir no se y enfóquese sobre lo que desea, y actúe inmediatamente.

“La acción tomada no siempre trae la felicidad pero no existe la felicidad sin tomar acción.” Benjamín Disraeli

Comienza hoy a hacer una lista de todas las decisiones que tomarás. Son decisiones que tienen que ver con el ser, el hacer y el tener. Algunas decisiones que puedes hacer hoy:
1.     Seré el amigo que mi esposa necesita.
2.     Tendré buenos amigos.
3.     Haré ejercicios físicos para mantenerme en forma.

Y la lista puede continuar, hay cosas que para ti son importantes. Cuando termines la lista, piensa en las acciones que tienes que tomar para lograr lo que buscas. Hoy es el mejor día para decidir. Toma la decisión de elevarte hacia las alturas.

En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach Personal
info@liderazgocreativo.com
www.liderazgocreativo.com

sábado, 10 de julio de 2010

Luchar Hasta Vencer

LUCHAR HASTA VENCER

En la pequeña escuelita rural había una vieja estufa de carbón muy anticuada. Un chiquito tenía asignada la tarea de llegar al colegio temprano todos los días para encender el fuego y calentar el aula antes de que llegaran su maestra y sus compañeros.

Una mañana, llegaron y encontraron la escuela envuelta en llamas. Sacaron al niño inconsciente más muerto que vivo del edificio. Tenía quemaduras graves en la mitad inferior de su cuerpo y lo llevaron de urgencia al hospital.

En su cama, horriblemente quemado y semi-inconsciente, el niño oía al médico que hablaba con su madre. Le decía que seguramente su hijo moriría -que era lo mejor que podía pasar, en realidad-, pues el fuego había destruido la parte inferior de su cuerpo.

Pero el valiente niño no quería morir. Decidió que sobreviviría. De alguna manera, para gran sorpresa del médico, sobrevivió. Una vez superado el peligro de muerte, volvió a oír a su madre y al médico hablando despacito. Dado que el fuego había dañado en gran manera las extremidades inferiores de su cuerpo, le decía el médico a la madre, habría sido mucho mejor que muriera, ya que estaba condenado a ser inválido toda la vida, sin la posibilidad de usar sus piernas.

Una vez más el valiente niño tomó una decisión. No sería un inválido; ¡caminaría! Pero desgraciadamente, de la cintura para abajo, no tenía capacidad motriz. Sus delgadas piernas colgaban sin vida.

Finalmente, le dieron el alta. Todos los días, su madre le masajeaba las piernas, pero no había sensación, ni control, nada. No obstante, su determinación de caminar era más fuerte que nunca. 

Cuando no estaba en la cama, estaba confinado a una silla de ruedas. Una mañana soleada, la madre lo llevó al patio para que tomara aire fresco. Ese día en lugar de quedarse sentado, se tiró de la silla. Se impulsó sobre el césped arrastrando las piernas.

Llegó hasta el cerco de postes blancos que rodeaba el jardín de su casa. Con gran esfuerzo, se subió al cerco. Allí, poste por poste, empezó a avanzar por el cerco, decidido a caminar. Empezó a hacer lo mismo todos los días hasta que hizo una pequeña huella junto al cerco.

Nada quería más que darle vida a esas dos piernas.

Por fin, gracias a los fervientes masajes diarios de su madre, su persistencia férrea y su resuelta determinación, desarrolló la capacidad, primero de pararse, luego caminar tambaleándose y finalmente caminar solo y después correr.

Empezó a ir caminando al colegio, después corriendo, por el simple placer de correr. Más adelante, en la universidad, formó parte del equipo de carrera sobre pista.

Y aún después, en el Madison Square Garden, este joven que no tenía esperanzas de que sobreviviera, que nunca caminaría, que nunca tendría la posibilidad de correr, este joven determinado, el Dr. Glenn Cunningham, ¡corrió el kilómetro más veloz del mundo!

jueves, 8 de julio de 2010

¡Es imposible tener fe en que Dios nos curará si no contamos con las promesas de Su Palabra!

¡Es imposible tener fe en que Dios nos curará si no contamos con las promesas de Su Palabra!

¡Con cuánta frecuencia la falta de fe se debe a la ignorancia! ¡Si te parece que no tienes mucha fe para que Dios te cure, es sencillamente porque no tienes una base suficiente de fe y conocimiento de la Palabra de Dios!

¡Pero ya está a tu disposición! A lo largo de toda la Biblia, que es la Palabra que Dios nos ha dirigido personalmente a cada uno, Él ha hecho montones de promesas para nuestra curación. "Nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina." (2Pe.1:4) ¡Son promesas que podemos reclamar contando con que Dios las cumplirá! Y también de ellas surge nuestra fe. "La fe se recibe, aumenta, al oír la Palabra de Dios." (Rom.10:17) ¡Léela con mucha oración y ella te dará la fe!

No puedes decir: "Me fío del médico, pero no voy a tomar las pastillas que me recetó. Estoy sometido a tratamiento médico pero no quiero seguir las indicaciones." En lo que sea que se haya puesto la fe, hay que ser consecuente y obedecer. Si es en el Señor, tienes que tomar las píldoras de las Escrituras y seguir el tratamiento que Él prescribe: ¡Tienes que citar y reclamar Sus promesas, y afirmarte en la Palabra!

martes, 6 de julio de 2010

¡No importa qué otra cosa estés haciendo... siempre puedes estar orando!

¡No importa qué otra cosa estés haciendo... siempre puedes estar orando!

No hace falta que te eches de rodillas al suelo para poder orar. Pues de hecho, en todo lo que haces deberías orar y tener "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe." (Heb.12:2)

Orar es como respirar, como respirar constantemente el Espíritu Santo. ¡Manténte en todo momento en comunicación con el Señor, pensando en Él constantemente, y Él te ungirá y te guiará con Su Espíritu en todo lo que hagas! ¡Si oras por cada cosa que haces y le pides a Dios que te dé sabiduría, Él prometió que te la daría! (Stg.1:5)

El Señor puede ahorrarte un montón de trabajo, problemas y tiempo si oras antes de comenzar cualquier tarea. Ora y pídele al Señor que te ayude y te guíe, aunque sólo se trate de una palabra: "¡Jesús, ayúdame, por favor!" Puedes orar en una fracción de segundo y recibir la respuesta a tu oración enseguida, ¡pero si te apoyas en tu propia prudencia o en tu propia sabiduría tal vez cometas un error lamentable!

De modo que "¡ora sin cesar!" (1Tes.5:17) Consulta todo con el Señor, cada problema, cada decisión, y asegúrate de estar haciendo lo que Él quiera que hagas. "¡Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas!" (Pro.3:6)

domingo, 4 de julio de 2010

No puedes ser amigo de Dios sólo en tiempo de vacas gordas! ¡Debes seguir sirviendo al Señor aun cuando todo vaya mal!

No puedes ser amigo de Dios sólo en tiempo de vacas gordas! ¡Debes seguir sirviendo al Señor aun cuando todo vaya mal!

La mayoría de los cristianos son capaces de tener fe en circunstancias y situaciones normales y corrientes, en lo que suponen que Dios va a hacer; pero solamente los que tienen gran fe, como Job, pueden decir, cuando todo va mal y parece contrario a la Palabra y a lo acostumbrado: "¡Aunque Él me matare, en Él esperaré!" (Job 13:15) En otras palabras, Job decía: "Aunque parezca que Dios está faltando a Su propia Palabra conmigo, aunque Él me mate en contra de todas Sus promesas, ¡yo seguiré confiando en Él!"

Si solamente vas a estar dispuesto a creer y obedecer al Señor mientras todo vaya sobre ruedas, no creerás ni obedecerás mucho, ¡porque cuando se sirve al Señor hay muchas cosas que parecen salir mal! Mas aunque "muchas son las aflicciones del justo", la Biblia promete que "¡de todas ellas le librará el Señor!" ¡No importa cuántas sean ni nada! (Sal.34:19) Así que tratemos de ser capaces de soportar nuestras pruebas y tentaciones, ¡y confiar en Dios pase lo que pase!

"¡Confía, pues, en Dios, por muy oscuro que el camino te pueda parecer! ¡Toma Su mano hasta que raye el alba y despertemos semejantes a Él!"

viernes, 2 de julio de 2010

EL PODER PERTENECE A DIOS

EL PODER PERTENECE A DIOS

 El pastor Bruce Larson relata la historia de un aficionado que le gustaba observar a las águilas. Un día estaba sentado sobre una roca, observando un águila que volaba en todo su esplendor. De repente, gracias a su penetrante y aguda visión, la reina de las aves se lanzó veloz entre el matorral y cuando salió, llevaba una presa entre sus garras. Acababa de garantizar la comida del día.

 Pero este aficionado continuó observando. Primero con fascinación y después con aprehensión, porque el águila comenzó a volar con dificultad, casi sin rumbo, sujetando todavía a su presa. Después de un tiempo, comenzó a descender y a descender, hasta que cayó abruptamente.

Curioso, se acercó al lugar donde el águila se estrelló contra el suelo. Cuando vio la tragedia, descubrió que la poderosa ave había cazado un hurón, que es uno de los más formidables roedores de las montañas; y mientras llevaba a su víctima, ésta le había roído la barriga a punto de sacarle los intestinos.

Cuando nosotros pensemos que estamos dominando, tengamos cuidado. Cuando pensemos que tenemos poder, tengamos precaución. Nuestra “victoria” puede ser nuestra derrota. Nuestra “conquista” puede transformarse en nuestra mayor tragedia.

“Una vez habló Dios”. No necesita hablar más, su palabra es eterna. Cambia el rumbo de las cosas, transforma y restaura. Nosotros hablamos muchas veces y no decimos nada. Dios habló y el mundo llegó a la existencia. “El dijo y fue hecho, mandó y existió”.

El poder es de Él y solamente a Él pertenece. A veces lo presta, por amor, lo confía a la pobre criatura, y ésta queda fascinada y comienza a pensar que es dios. ¡Cuidado! El poder que nos fue confiado circunstancialmente es un don que necesitamos administrar con sabiduría. Si no lo hacemos así, ese poder puede transformarse en un arma que segará nuestra propia vida. Cuando pensemos que estamos cazando, podemos ser cazados; cuando pensemos que estamos venciendo, podemos estar perdiendo.

 “Una vez habló Dios; dos veces he oído esto”. Si Dios no necesitó hablar más que una vez, ¿Por qué el hombre precisa oír dos veces? Cuando nuestra alma escucha el eco de la voz de Dios una y otra vez, hasta que el consejo divino llega a ser parte de nuestro propio ser. Fijemos hoy nuestros ojos en el Dios del poder. Cuando todo falla en esta vida, Dios todavía esta allí, listo para socorrernos, pero recordemos: “Una vez habló Dios; dos veces he oído esto; que Dios es el poder”.

Tomado del libro “Cada día mas sabio”, por Alejandro Bullón.

Cuando Cometes Un Error

Cuando Cometes Un Error

Un conserje del Banco First Security en Boise, Idaho, en una ocasión, por accidente, puso en la basura una caja de ocho mil cheques que valían ochocientos cuarenta mil dólares.  Esa noche, el operador del triturador de papeles con diligencia vació la caja de cheques en su máquina cortando así los cheques en pedacitos de papel  de un cuarto de pulgada. Luego vacío los pedacitos en un latón de basura en las afueras del banco. A la mañana siguiente, cuando el supervisor se percató de lo que había pasado, quería llorar.

La mayoría de los cheques habían sido cambiados en el banco y estaban esperando ser enviados a la casa de cobro.  Su pérdida representaba la pesadilla de un contador ya que la mayoría de los cheques estaban aún sin registrar y como resultado, los banqueros no podían saber quién pagó qué a quién.

¿Qué hizo el supervisor? Ordenó que los pedacitos de papel fueran reconstruidos. Entonces, cincuenta empleados trabajaron  en dos turnos, seis horas al día dentro de seis habitaciones, cambiando, combinando, pegando los pedazos como si fuera un rompecabezas, hasta que los ocho mil cheques fueran reconstruidos.

Humpty Dumpty puede que se haya caído de la muralla. ¿Pero los hombres del rey acaso trataron de pegar sus pedazos?

¡Si cometes un error, trabaja en la solución!

Un error no se vuelve una falta hasta que rehúsas corregirlo.

Proverbios 10:17
Por senda de vida va el que guarda la instrucción mas el que abandona la represión se extravía.